miércoles 22 de octubre de 2025

Zárate: avanza la construcción del nuevo sistema de almacenamiento de combustible gastado en Atucha II

Nucleoeléctrica Argentina construye el ASECG II, una instalación estratégica que garantizará la gestión segura del combustible nuclear.

21 de octubre de 2025 - 13:33

En Zárate avanza una de las obras más relevantes del programa nuclear argentino: el desarrollo del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados II (ASECG II). Se trata de una infraestructura clave para el manejo seguro del combustible nuclear utilizado en la Central Atucha II y representa un paso estratégico para asegurar la operación sostenida de la central más moderna del país.

De las piletas de decaimiento al almacenamiento en seco

Durante el funcionamiento de una central nuclear, los elementos combustibles utilizados —una vez agotada su capacidad de generar energía— se retiran del reactor y se almacenan en piletas de agua desmineralizada. Estas “piletas de decaimiento” cumplen una doble función: refrigeran el material y lo aíslan radiológicamente en un entorno controlado.

Este método, sin embargo, tiene un límite físico de capacidad. De acuerdo con las proyecciones operativas, Atucha II alcanzará esa capacidad hacia diciembre de 2027. Por eso, siguiendo estándares internacionales, Nucleoeléctrica Argentina impulsa la construcción de un sistema de almacenamiento en seco, que permite mantener el material aislado, seguro y controlado sin necesidad de grandes volúmenes de agua ni infraestructura activa de refrigeración.

Una obra de ingeniería estratégica

El ASECG II se está construyendo con tecnología de última generación y bajo normas internacionales de seguridad nuclear. Las obras civiles avanzan con hitos concretos: se completó la base de hormigón de alta resistencia sobre la que se montarán los silos y contenedores, y ya se fabrican los componentes principales, incluidas las tapas blindadas y las estructuras metálicas que garantizan el confinamiento del material radiactivo.

Uno de los puntos más relevantes del diseño es el sistema de ventilación pasiva, que permite mantener la temperatura del combustible gastado dentro de rangos seguros sin necesidad de suministro eléctrico ni intervención operativa constante. Este detalle técnico incrementa la confiabilidad del sistema a largo plazo y reduce riesgos frente a contingencias.

Tecnología alineada con estándares internacionales

El almacenamiento en seco es hoy la norma en la mayoría de los países con desarrollo nuclear, desde Francia y Estados Unidos hasta Canadá. Se trata de una solución robusta, de bajo mantenimiento y alta seguridad radiológica.

En Argentina, esta obra fortalece la capacidad técnica y la autonomía operativa del sistema nuclear nacional, al tiempo que asegura la continuidad de la generación eléctrica de Atucha II, una pieza central de la matriz energética del país.

Un proyecto estratégico para la soberanía energética

Más allá de la ingeniería, el ASECG II representa una decisión política y energética de fondo: asegurar la gestión del combustible gastado en territorio nacional, con tecnología propia y bajo control estatal. Esto no solo reduce la dependencia externa, sino que también permite planificar la operación de Atucha II con horizonte de largo plazo, garantizando generación eléctrica segura y estable.

Con esta obra, Nucleoeléctrica refuerza su posición como actor estratégico en el desarrollo energético nacional y consolida su compromiso con la innovación tecnológica, la seguridad nuclear y la sostenibilidad de la generación eléctrica.

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