miércoles 31 de diciembre de 2025

Ya llega 2026, el año de la unidad y los nuevos comienzos: cómo prepararse para recibir lo que viene

La consultora Graciela Raimundo analizó, en diálogo con LA OPINIÓN, el cierre energético de 2025 y las oportunidades que traerá 2026.

31 de diciembre de 2025 - 14:13

El final de 2025 no es un cierre más. Desde una mirada holística y numerológica, este año que se despide suma 9, un número asociado a los finales profundos, a los cierres inevitables y a la necesidad de soltar aquello que ya no tiene sentido en nuestras vidas. En contraposición, 2026 suma 10, que se reduce al 1, el número de la unidad, del inicio y del florecer.

Así lo explicó Graciela Raimundo, consultora en decodificación bioemocional y neuropsicofisióloga, en una entrevista con LA OPINIÓN, donde invitó a reflexionar y a prepararse conscientemente para recibir un año que promete grandes oportunidades.

2025: finales que ordenan y liberan

“Terminamos un año 9, y los nueve siempre hablan de finales, finales de muchas cosas”, señaló Raimundo. Según explicó, estos cierres pueden ser incómodos, pero necesarios: vínculos que se agotan, hábitos que ya no suman, decisiones tomadas por obligación y no por deseo genuino.

La especialista comparó este proceso con una limpieza profunda del hogar: “Para que llegue lo nuevo, primero hay que sacar la ropa vieja, lo que ya no usamos. Lo mismo pasa con nuestra casa interior, con nuestro templo que es el cuerpo”.

2026: el inicio, la unidad y la oportunidad

El año entrante se presenta como una verdadera bisagra. “El 10 es unidad, es comienzo, es animarnos a crecer en la autoestima, en el ser, en la familia, en lo económico. El universo va a conspirar para que lo logremos”, afirmó Raimundo.

Pero aclaró que nada sucede de manera automática: el gran desafío es estar despiertos, atentos y conscientes, para no seguir cargando miedos, estructuras rígidas o decisiones forzadas.

El ritual de las listas: soltar y crear

Uno de los ejes centrales de la entrevista fue la recomendación de realizar un ejercicio simple pero poderoso: escribir listas.

Por un lado, una lista con todo aquello que ya no se quiere repetir en 2026: relaciones que duelen, situaciones que generan miedo, obligaciones asumidas por presión. “La mayoría de las cosas distorsionadas o negativas aparecen cuando hacemos algo porque ‘tengo que hacerlo’”, explicó.

¿Qué hacer con esa lista? Graciela fue clara y amorosa en la propuesta: colocarle unas gotitas de miel o azúcar, para endulzar lo vivido. Agregar un perfume agradable.

Luego, quemarla o enterrarla en la tierra, dos elementos capaces de transmutar la energía.

La segunda lista es igual de importante: allí se escriben los sueños, deseos y anhelos, incluso mes a mes. Vacaciones, proyectos, cursos, cambios en el hogar o decisiones postergadas. “Cuando se escribe desde el corazón y con conciencia, van a ver cómo eso se va cumpliendo”, aseguró.

Escribir como si ya hubiera ocurrido

La clave, según Raimundo, está en cómo se escribe. No desde la duda, sino desde la certeza. “Hay que agradecer como si ya estuviera sucediendo: gracias por este viaje, gracias por este nuevo trabajo, gracias por este amor”.

Advirtió que el pensamiento racional excesivo suele boicotear el proceso: “Si aparece el ‘¿cómo lo voy a lograr?’, ya lo estamos negando. Hay que dejar un poco de lado lo racional y sentir que eso ya está vibrando en vos”.

Un año marcado por la energía astral

Desde lo astrológico, Raimundo destacó que 2026 será favorable para todos los signos, con un énfasis especial en Acuario, al tratarse de una era vinculada a ese signo y a la libertad de elección.

También mencionó momentos clave del año:

*Luna llena en Cáncer (3 y 4 de enero): introspección emocional y revisión de vínculos familiares.

*Eclipse solar del 17 de febrero: ruptura de estructuras y nuevos comienzos, con la energía de Aries.

*Eclipse lunar del 3 de marzo: impulso para animarse a cambios postergados.

*Nuevos eclipses de sol y luna en agosto, que volverán a marcar procesos de transformación.

Libertad, coherencia y conciencia

Como mensaje final, Graciela Raimundo sintetizó el espíritu del nuevo año: libertad para elegir, coherencia entre lo que se siente, se piensa y se hace, y la convicción de que “nunca es tarde, siempre estamos a tiempo”.

Con un 2026 que se presenta como un portal de inicio y crecimiento, la invitación es clara: soltar lo viejo, escribir con intención y animarse a vivir lo nuevo. Porque, como señaló la especialista, cuando se vibra desde el corazón, los cambios dejan de ser promesas y comienzan a hacerse realidad.

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