En un fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Pergamino, condenaron a Mariano Marcelo Alfonso a tres años y ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo, tras un juicio abreviado. La sentencia, del juez Guillermo Burrone, incluyó la responsabilidad del condenado en los delitos de encubrimiento, portación ilegal de arma de fuego de guerra y de uso civil, con declaración de reincidencia.
El caso se originó el 23 de julio de 2024, cuando personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Pergamino aprehendió al imputado en un operativo llevado a cabo en pleno centro de la ciudad. Los detectives policiales hallaron estacionada la pick up en San Martín entre Italia y Estrada.
Los integrantes de la brigada policial (DDI) no se apuraron en secuestrar el vehículo; sino en dar con la persona que lo estaba utilizando, ya que estaba siendo buscado en investigaciones de robos de la Fiscalía de Junín por robos en esa ciudad y localidades cercanas.Así fue como montaron un operativo encubierto para esperar agazapados en las cercanías que apareciera quien conducía esa camioneta.
Finalmente, alrededor de las 17:00 de esa tarde un sujeto apareció en moto y dejó ese rodado estacionado en la esquina de San Martín e Italia.Se acercó caminando a la unidad y se desplegaron los uniformados de la DDI Pergamino que estaban escondidos esperando ese momento.
De esa manera, lo redujeron y requisaron el interior del habitáculo para encontrar una gran cantidad de herramientas utilizadas para delinquir.De las actuaciones judiciales surge que esa maniobra de ir cambiando de lugar de estacionamiento la pick up lo hacía con frecuencia para que el vehículo no llamara la atención de vecinos.
Alfonso se encontraba en posesión de esa camioneta Volkswagen Amarok blanca con vidrios polarizados, que tenía pedido de secuestro activo por una causa de robo automotor investigada por la Fiscalía N°4 de Junín.
Un operativo clave en el centro de Pergamino
La detención tuvo lugar en la calle San Martín al 900. La camioneta en cuestión estaba estacionada con una patente que no coincidía con el dominio grabado en los vidrios del vehículo, lo que llamó la atención de los efectivos policiales. Tras verificar la información en el sistema, se confirmó que el dominio grabado en los cristales (AD-239-AI) tenía un pedido de secuestro activo en una causa iniciada en abril de 2024.
Momentos después, Alfonso llegó al lugar a bordo de una motocicleta, la estacionó en la esquina de Italia y San Martín y se dirigió hacia la camioneta. Abrió la puerta del conductor y se subió, lo que permitió a los efectivos policiales intervenir inmediatamente. Durante la requisa del vehículo, se encontraron numerosos elementos vinculados a actividades ilícitas.
Un arsenal y herramientas sospechosas
Entre los objetos secuestrados en el interior del vehículo se hallaron tres armas de fuego: un revólver calibre .38 y dos calibre .32, todas cargadas y listas para ser utilizadas. También se encontraron herramientas y materiales comúnmente asociados a robos, como barretas, una amoladora, discos de corte, guantes, linternas y pegamento industrial. Estos elementos, según las autoridades, suelen emplearse para ingresar a propiedades y forzar cajas fuertes.
La investigación del fiscal Nelson Mastorchio también llevó a un allanamiento de urgencia en el domicilio de Alfonso, ubicado en calle 11 de Septiembre. Allí se secuestró un reloj de marca Festina que había sido sustraído en un robo en Junín.
La acumulación de pruebas
El fallo del juez Burrone destacó la contundencia del material probatorio presentado. Entre las pruebas se incluyeron informes policiales, pericias balísticas, fotografías y testimonios de testigos que respaldaron la actuación de los efectivos. Además, los informes de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) confirmaron que Alfonso no estaba autorizado para la tenencia o portación de las armas encontradas.
El análisis balístico determinó que las armas secuestradas eran aptas para el disparo, mientras que el equipamiento hallado en la camioneta fue remitido a la Fiscalía de Junín para ser investigado en relación con una serie de robos bajo la modalidad de boqueteros en esa ciudad y localidades vecinas.
El acuerdo y la sentencia
El juicio abreviado fue resultado de un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa de Alfonso. En este tipo de procedimientos, el imputado reconoce los hechos que se le imputan a cambio de una reducción en la pena. El juez Burrone consideró razonable la pena propuesta, atendiendo a la gravedad de los delitos y a los antecedentes penales del condenado.
Mariano Marcelo Alfonso fue declarado reincidente por primera vez, ya que en 2021 había sido condenado a 14 años de prisión por el Tribunal en lo Criminal N°1 de San Isidro, condena cumplida en agosto de 2023. Al no haber transcurrido el plazo previsto en el artículo 50 del Código Penal, se aplicó la figura de la reincidencia.
Impacto regional
El caso tiene ramificaciones más allá de Pergamino. Los elementos secuestrados en la camioneta están siendo analizados en el marco de investigaciones en Junín, donde se sospecha que Alfonso podría estar vinculado a una seguidilla de robos de alto impacto.
El fallo del juez Burrone subraya la importancia de la coordinación entre fuerzas policiales y judiciales de diferentes jurisdicciones para desarticular redes delictivas. En este sentido, el operativo en Pergamino se presentó como un ejemplo de eficacia en la lucha contra el crimen organizado, resaltando la importancia de la prevención y el seguimiento minucioso de vehículos y personas sospechosas.
La condena a Alfonso no solo busca sancionar los delitos cometidos, sino también enviar un mensaje claro sobre las consecuencias de estas conductas. Mientras tanto, las investigaciones en Junín continúan avanzando, con la expectativa de esclarecer otros hechos delictivos vinculados a esta causa.