María Mendi hizo un pedido de publicación tras ser mencionadas en una gran cantidad de publicaciones que la involucraron al ser una de las personas con lesiones de consideración por la explosión de un simulacro de erupción volcánica en la exposición de ciencias del Instituto Comercial Rancagua el jueves de la semana pasada.
La feria de ciencias organizada por el Instituto Comercial Rancagua, una actividad escolar que buscaba compartir con las familias los trabajos experimentales de los estudiantes, terminó en tragedia el jueves pasado cuando una maqueta que intentaba simular la erupción de un volcán explotó durante la demostración.
La onda expansiva provocó heridas graves a una docente de profesión que en la institución participó como espectadora al ser madre de uno de los alumnos que exponían sus trabajos.
María fue una espectadora de la feria
Entre quienes resultaron afectadas se encontraba María Mendi, una docente de 45 años que asistió al evento en carácter de madre de un alumno que participaba en la muestra. Según relató, se encontraba entre el público cuando se produjo la explosión y una esquirla del material utilizado en la maqueta la alcanzó en el rostro y uno de sus brazos, causándole lesiones que requirieron su traslado al Hospital San Felipe de San Nicolás.
Durante los días posteriores, distintos medios locales y nacionales difundieron versiones inexactas sobre su estado de salud. Por ese motivo, María decidió escribir un mensaje con pedido de publicación en el que aclara la situación y agradece públicamente a quienes la ayudaron desde el primer momento, al tiempo que hace un llamado a la prudencia y el respeto hacia la comunidad educativa del ICR.
El mensaje completo de la mujer
“Soy María, mamá de un alumno del Instituto Comercial Rancagua (ICR), institución que por los hechos de público conocimiento ocurridos el día jueves 9 de octubre, ha estado en el centro de la mirada pública".
"En primera instancia quiero señalar que fui la persona que debió ser derivada al Hospital San Felipe de San Nicolás y que mucho de lo que se ha referido respecto de mi estado de salud en distintos medios de comunicación dista significativamente de la realidad. Asimismo, deseo mencionar que, aunque soy docente de profesión, no trabajo en el ICR y que mi presencia en el lugar se dio en calidad de mamá de un estudiante".
"Pero fundamentalmente el motivo y necesidad de hacer público mi mensaje es agradecer inmensamente a quienes me asistieron en el colegio ni bien sucedió el accidente. Sinceramente, de muchas personas no recuerdo los nombres, pero sí recuerdo que eran bomberos voluntarios de la localidad de Arroyo Dulce y enfermeras del Hospital General de Agudos San José de Pergamino. También, al personal de Medicar, y a médicos, enfermeras y personal del Hospital San Felipe de San Nicolás, que actuaron con pericia y tanto me cuidaron".
"Del mismo modo, deseo hacer público mi agradecimiento al doctor Walter Gatón, del Sistema Integrado de Emergencias (SIES) de la Región Sanitaria IV por su gestión; a la dirección del Hospital San Felipe de San Nicolás que inmediatamente se puso a disposición de nosotros; a la Municipalidad de Pergamino por el acompañamiento en esta situación; a los directivos del Hospital San José y a los referentes del Ministerio de Seguridad y del Ministerio de Educación de la Provincia que intervinieron en esta contingencia y también se pusieron a nuestra disposición desde el primer momento".
"En el mismo sentido, quiero darle las gracias al personal del Instituto Comercial Rancagua, docentes, directivos y preceptores que estuvieron y están pendientes de mi evolución. A mi familia y amigos que nos prestaron su ayuda incondicional ante esta situación; a mis compañeros de trabajo por la predisposición y el acompañamiento. A los padres y compañeros de mi hijo por el acompañamiento, a la docente de mi hija menor, a sus compañeros y familias por estar ahí para nosotros".
"En lo personal, y ante tantas cosas que se han dicho del Instituto Comercial Rancagua en estos días, simplemente quiero expresar que lo ocurrido fue un accidente y pedir que no se hagan juicios de valor apresurados respecto de una situación lo suficientemente delicada y dolorosa para una comunidad que aún no termina de sobreponerse a lo ocurrido. Desde mi lugar pido que si no saben no hablen y, sobre todo, no inventen".
"Finalmente, y agradeciendo la disposición y el tiempo para hacer visible mi mensaje, quiero aclarar que ‘no perdí el ojo’ como fue referido en distintas publicaciones periodísticas tanto de medios locales como nacionales. Tengo una lesión en la cara, y una en la mano, pero mi evolución es favorable. Por favor, sigamos rezando por Cata", dijo en alusión a la niña de 10 años que continúa internada en estado crítico en la sala de cuidados intensivos del Hospital Garrahan. "Muchas gracias", firmó "María Mendi.”