En los últimos meses, se incrementó de manera preocupante la circulación de vehículos sin patentes visibles o con simples papeles que están pegados en los parabrisas. La no entrega o demora en la provisión de las chapas sigue generando complicaciones tanto en el sistema de estacionamiento medido como en los operativos de seguridad en la ciudad de Pergamino. Esta problemática, que no es exclusiva de la ciudad sino que se replica en todo el país, afecta directamente la capacidad de control del Municipio y preocupa a los vecinos.
En lo que respecta al estacionamiento medido, las autoridades locales reconocen que muchos vecinos aún no han podido completar los trámites de patentamiento de sus vehículos. Esta situación, naturalmente, dificulta aquellas tareas de fiscalización. Sin embargo, el Municipio ha implementado una serie de herramientas tecnológicas que permiten mitigar parcialmente el problema: “Contamos con una aplicación que nos ayuda a gestionar estos casos y, de alguna manera, nos permite ir resolviendo la situación”, se informó desde la Secretaría de Seguridad, que está a cargo del doctor Ignacio Doddi.
La dificultad se extiende también al ámbito de la seguridad. En este sentido, desde el Municipio explican que los controles no están orientados principalmente a los vehículos que aún no cuentan con la chapa definitiva, sino a aquellos que presentan signos de estar involucrados en actividades delictivas.
“La intención no es perseguir a los vecinos que están esperando su patente, sino mejorar los servicios de seguridad. Sin embargo, entendemos la preocupación de algunos vecinos que temen ser sancionados por situaciones que escapan a su responsabilidad”, aclaró el funcionario en la entrevista con LA OPINION.
Consultado Doddi sobre la responsabilidad del Gobierno nacional ante el incremento de vehículos sin identificación visible, los funcionarios remarcaron que el problema tiene raíz en una demora generalizada: “Ya el año pasado hubo dificultades en los registros para la entrega de patentes, y lamentablemente es una situación que persiste. Es un tema que excede a nuestra gestión local”, explicaron en Seguridad.
En medio de este escenario, el Municipio anunció recientemente la validez del uso de la licencia de conducir digital en Pergamino, una medida que busca facilitar tanto el control por parte de las autoridades como la circulación de los vecinos: “Es un paso positivo. Si bien no reemplaza la necesidad de contar con la chapa patente, al menos agiliza otros aspectos del control vehicular”.
En definitiva, la falta de patentes representa un obstáculo concreto para el ordenamiento urbano y la seguridad en la ciudad, una dificultad que se suma a los desafíos estructurales que enfrentan los municipios de todo el país.
Un problema que se agravó en Pergamino
La escasez de las chapas patentes comenzó a percibirse hace tiempo, pero se intensificó notablemente hacia fines de 2024 y continúa en los primeros meses de 2025. Este recrudecimiento coincide con una polémica decisión del Gobierno de Javier Milei: la rescisión del contrato con la Casa de la Moneda, hasta entonces responsable de la impresión y distribución de las chapas identificatorias.
La medida, enmarcada dentro de un nuevo plan de reforma estructural, también implicó el virtual desmantelamiento del organismo estatal.
Desde el Ejecutivo nacional se ha presentado la decisión como una acción destinada a “romper el monopolio” y avanzar hacia un sistema más eficiente. Aseguran que la licitación ya fue adjudicada a la empresa Tönnjes Sudamericana S.A., aunque fuentes del sector advierten que todavía la compañía no estaría en condiciones de normalizar el suministro antes de mitad de año. Mientras tanto, los vehículos con patentes provisorias, papeles impresos y pegados en el parabrisas, seguirán siendo parte del paisaje vial argentino.
Consecuencias concretas en seguridad
Más allá de las explicaciones oficiales, la realidad muestra que el problema tiene implicancias directas en la seguridad. La decisión de cortar abruptamente con la Casa de la Moneda, impulsada por el Ministerio de Justicia de la Nación como parte de una estrategia para agilizar los trámites del Registro Automotor, ha generado el efecto contrario: demoras de hasta cuatro meses para obtener una chapa nueva, tanto para quienes compran los vehículos cero kilómetro como para quienes necesitan reponer una patente extraviada o deteriorada, algo muy común que suele suceder por el mal estado de las rutas en la región.
Durante la temporada de verano, la situación incluso se trasladó a los pasos fronterizos; en este caso, muchos argentinos debieron gestionar autorizaciones especiales para poder ingresar a países limítrofes con vehículos identificados únicamente por una hoja de papel, algo que generó complicaciones logísticas y malestar entre los conductores.
¿Solución a la vista?
El Gobierno nacional de Javier Milei asegura que la producción de patentes se normalizará en julio, aunque voceros oficiales dejaron entrever que, dada la magnitud del problema, el proceso podría adelantarse a mayo. Mientras tanto, el sistema de control vehicular y las políticas de prevención del delito continúan debilitadas por una ausencia tan simple como decisiva: una chapa patente visible y legal.
