lunes 22 de diciembre de 2025

"Esto fue todo por él": el Abierto que Federico Ferrari le dedicó a su padre

El pergaminense volvió a hacer historia al consagrarse tricampeón del Argentino Abierto de Pato. Coronó el logro con una dedicatoria profundamente personal.

21 de diciembre de 2025 - 07:00

La escena fue única. Después de 35 años, la cancha N° 1 de Palermo volvió a albergar una final del Campeonato Argentino Abierto de Pato. Allí, en el escenario ecuestre más emblemático del país, el pergaminense Federico Ferrari fue protagonista absoluto. No solo levantó el trofeo por tercera vez consecutiva, sino que además convirtió el gol que definió el campeonato en tiempo suplementario y fue elegido como el mejor jugador del certamen.

“Ganar el Abierto Argentino de Pato es lo máximo, es como ganar un mundial en el fútbol”, sintetizó “Huevo” Ferrari en una entrevista en el programa Fuera de Página de La Opinión Play, poniendo en palabras lo que significa alcanzar la cima en el deporte nacional.

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Embed - La Opinión Play on Instagram: " Orgullo pergaminense en lo más alto del pato argentino En el estudio charlamos con Federico Ferrari, jugador de pato de Pergamino, campeón del Abierto Argentino por tercer año consecutivo con El Siasgo. Fue además el héroe de la final, convirtiendo el gol del triunfo frente a San Patricio. #FueraDePágina: lunes a viernes, de 10 a 12, en La Opinión Play. #Pato #PatoArgentino #FedericoFerrari #OrgulloPergaminense #DeporteLocal #AbiertoArgentino "
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Tricampeón, no de casualidad

El logro de Ferrari no es producto de una racha pasajera con El Siasgo. Detrás del tricampeonato hay años de intentos, frustraciones y aprendizaje. “Es una locura, porque nosotros no arrancamos a jugar hace tres años, sino que lo intentamos varias veces, nunca se nos dio la posibilidad, y estos últimos tres años se dio tres años seguidos. Así que es impresionante”, explicó.

Antes de esta etapa gloriosa, Ferrari ya había buscado el título con El Relincho en varias ediciones. “ Nunca podíamos concretar de llegar a una final”, recordó. Sin embargo, cada experiencia sumó. Incluso aquella breve aparición en Palermo en 2013 quedó grabada en su memoria: “Llegamos a una final, yo no jugaba, estaba mi hermano que si jugaba. Y tuve la posibilidad nomás, a uno de los chicos lo expulsaron, entré y pude jugar dos minutos. “Pisar Palermo también es un espectáculo”, afirmó.

Hoy, con tres Abiertos consecutivos en su haber, Ferrari reafirma que el camino fue largo y que la perseverancia fue clave. “Como me costó levantar el pato del piso por primera vez, me costó ganar tres años seguidos el Abierto”, comparó, enlazando su presente con sus primeros pasos en el deporte.

3-1 Gol Fede Ferrari
Federico Ferrari convierte el gol que le dio el título a El Siasgo en la final del Abierto.

Federico Ferrari convierte el gol que le dio el título a El Siasgo en la final del Abierto.

El gol eterno en La Catedral

La final ante San Patricio tuvo todos los condimentos de una película. Partido parejo, definición ajustada y un gol en tiempo suplementario que desató la locura. Ferrari fue quien tomó la responsabilidad y selló el 14-13 definitivo para El Siasgo.

“Hace 35 años que no se jugaba la final en la cancha Nº 1 de Palermo, un escenario inmenso, tribunas por todos lados, con mucha gente”, describió sobre el contexto. Luego, revivió la jugada que lo inmortalizó: “Se me dio justo la posibilidad de meter el gol que definió el partido… fue como que mi viejo me dejó la pelota y me dijo ‘agarrala y encará’… yo estaba con un caballo que corría bastante, fue una de las carreras más lindas que he hecho para poder definir un partido, un Abierto en la cancha Nº 1”.

La tensión creció en cada metro recorrido. “Y a medida que iba llegando al aro, digo ’la tengo que embocar’ y se iba haciendo cada vez más chiquito”, confesó, graficando la mezcla de adrenalina, presión y emoción que acompañó el momento más importante del torneo.

De aquel “peticito” en Pergamino al mejor jugador del Abierto

Federico Ferrari nunca olvida de dónde viene. Su historia en el pato comenzó en Pergamino, siguiendo los pasos de su padre. “Yo era chiquito, peticito, con un ganchito de alambre enganchábamos la pelota”, recordó. Los inicios no fueron sencillos: “Después, a los 11 o 12 años, ya con un poco más de altura me agachaba a levantarla y cuando me quería subir de vuelta el caballo me caía… me faltaba fuerza, estaba pesado”.

Sin embargo, el esfuerzo dio resultados. “De un día para el otro ya la levanté al galope, fue de la perseverancia, de intentarlo e intentarlo”, explicó. Esa misma constancia es la que hoy lo tiene en la elite del pato argentino, con nueve goles de valorización y nuevos objetivos por delante. “Llegar a 10 sería lo máximo… estar entre los que tienen 10 (solo hay cuatro) sería algo muy lindo”, señaló, sin ocultar su ambición deportiva. También afirmó que otro objetivo que persigue es ganar el Olimpia de Plata.

Federico Ferrari campeon

Cómo se juega al pato

“El juego consiste en 4 contra 4, en una cancha que tiene 220 metros de largo por 100 metros de ancho, y hay dos arcos, uno en cada punta. El que mete más goles es el que gana”, explicó.

La pelota se juega siempre con la mano derecha y el avance se da a través de pases hasta llegar al aro rival: “Por ahí hay veces que no tenés que dar ningún pase, como me pasó a mí en el gol de oro, que pude correr casi de tres cuartos de cancha y llegar solo”, relató el pergaminense sobre la jugada que definió el Abierto.

Cuando la pelota cae al piso, el jugador debe levantarla sin bajarse del caballo: “Uno se agacha del caballo, cuando se cae la pelota y la levantás,; y después está la famosa cinchada, que es cuando se disputa el pato entre dos jugadores”. En esa acción clave del juego, Ferrari remarcó una de las reglas fundamentales: “En esa cinchada uno no puede tocar ninguna parte del caballo, solamente es forcejear la pelota sin la ayuda de nada, es fuerza de piernas y de zona media y a tirar”.

El sueño de una escuelita

Más allá de su carrera personal, también piensa en el crecimiento del deporte. “La Federación está haciendo las cosas bien dándole mucha difusión, en la final había muchísima prensa, muchísimos fotógrafos y eso es lo que nos va dando un poco más de difusión”, destacó.

En ese camino, dejó abierta la posibilidad de impulsar el pato en Pergamino. “¿Qué te parece una escuelita?… estaría buenísimo para difundirlo y que tenga la posibilidad de intentar y el que se enganche seguir metiéndole”, comentó, valorando además el apoyo de la Sociedad Rural de Pergamino.

Dedicatoria desde el corazón

El cierre de la entrevista fue el más emotivo. Ferrari habló del pato, pero también de su vida y de su mayor motor. “Para mí es una forma de vida. Tuve la desgracia que mi viejo falleció y esto fue todo por él, todo el esfuerzo que le metí fue por él, porque cuando le dije que no iba a jugar porque él estaba enfermo y quería pasar el tiempo con él me dijo ‘yo quiero que juegues este año’, esto para mí fue lo máximo. Llegar a esto y se lo dedico totalmente a él. Es mi vida”.

El tercer Abierto consecutivo de Federico Ferrari no es solo un título más. Es la confirmación de una carrera construida con esfuerzo, pasión y amor por el deporte. Y, sobre todo, es el homenaje más profundo de un hijo que nunca dejó de correr detrás de un sueño.

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