La cantidad de roturas de los caños de la red de gas en la vía pública viene en baja, una tendencia que las autoridades consideran resultado directo de las campañas de prevención, mayor articulación entre organismos y un trabajo más profesionalizado en el manejo de excavaciones urbanas.
Según datos de Litoral Gas, en los últimos tres años se redujeron entre un 15 y un 20 por ciento: descendieron de 440 incidentes en 2022 a 308 en 2024. Y en lo que va de 2025, se registraron apenas 222 casos, una cifra que abre expectativas para cerrar el año con un número aún menor si se mantiene el ritmo actual.
Aunque la estadística es favorable, las roturas siguen ocurriendo con una frecuencia que preocupa. Muchas veces pasan desapercibidas para la mayoría de la población hasta que algún barrio se queda sin gas o debe ser evacuado preventivamente. Las causas se repiten: las excavaciones sin precauciones, la falta de información, uso de maquinaria inadecuada o la simple decisión de hacer tareas en la vereda sin consultar previamente.
La mitad de estos episodios son provocados por personas particulares al momento de, por ejemplo, plantar un árbol, instalar un cesto de basura, modificar el ingreso a un domicilio o realizar pequeñas obras de refacción.
Desde Litoral Gas explican que en todos los casos se trata de daños evitables. Los caños por donde circula el gas natural están enterrados en el subsuelo de veredas y espacios públicos, y son parte de una infraestructura que, si se ve afectada, puede derivar en consecuencias serias. “El gas natural es un combustible y como tal debe tratarse con mucho cuidado. Por eso resaltamos que, teniendo en cuenta nuestras recomendaciones de seguridad, pueden prevenirse situaciones peligrosas”, sostuvo Laureano Isa, supervisor de Prevención de Daños de la empresa que en Pergamino tiene sus oficinas en calle Merced 676. Una avería puede obligar a cortar el servicio no sólo al vecino que realiza la tarea, sino a varias manzanas a la redonda, generando incomodidad, costos y riesgos innecesarios.
Litoral Gas: Datos a tener en cuenta
Los especialistas insisten en que un pequeño error puede desencadenar un gran problema. Romper accidentalmente una cañería puede liberar gas a presión y generar situaciones de alto riesgo que incluyan explosiones, incendios o la necesidad de evacuar viviendas cercanas. Además, implica la movilización inmediata de personal técnico especializado y asistencia de equipos de emergencia, lo que significa costos elevados que luego deben afrontarse.
En la actualidad, una reparación puede costar como mínimo 500 mil pesos para el vecino o la empresa responsable, dependiendo del grado del daño, el tiempo de trabajo requerido y los materiales necesarios para restituir el servicio.
Para evitar estas situaciones, Litoral Gas impulsa desde hace años las campañas para concientización dirigidas tanto a la comunidad como a quienes realizan obras civiles de mayor escala. El objetivo es claro: prevenir antes que reparar. En ese marco, la compañía viene desarrollando un plan de trabajo articulado con organismos estatales y con las principales firmas que actúan en la vía pública, y con constructoras privadas que llevan adelante proyectos de urbanización, redes de servicios o repavimentaciones.
“El trabajo conjunto permitió reducir considerablemente el número de roturas provocadas durante la ejecución de obras”, explicó Isa, y destacó la importancia del intercambio de información: “Cuando las empresas nos informan de antemano sus tareas programadas y nos alertan sobre emergencias, podemos estar presentes durante los trabajos, marcar sobre el terreno por dónde pasa el caño y minimizar las posibilidades de daño”. La estrategia incluye capacitaciones permanentes a Bomberos, operarios de servicios públicos y responsables de áreas de Obras Públicas de municipios y comunas, para que cada excavación se realice respetando protocolos y medidas de seguridad.
Vecinos comprometidos
El vecino también cumple un rol esencial. Aunque en ocasiones se trate de intervenciones pequeñas, la empresa recalca que es obligatorio solicitar información antes de abrir el suelo. Una simple consulta permite saber la ubicación precisa de la red y actuar sin riesgos.
Para facilitar el trámite, Litoral Gas cuenta con múltiples canales de contacto: la oficina virtual ([www.litoralgas.com.ar/ov](http://www.litoralgas.com.ar/ov)), WhatsApp (3412 107 959), teléfono (0800 777 0414) y correo electrónico ([[email protected]](mailto:[email protected])). Un equipo técnico garantiza respuestas rápidas y, cuando la obra es de mayor magnitud, personal especializado se acerca al lugar para asistir en el sondeo y acompañar la etapa más delicada: la detección del tendido de caños.
Tanto el envío de la información como la presencia en campo son servicios gratuitos, una señal de la prioridad que la distribuidora asigna a la seguridad. La recomendación es planificar las tareas con tiempo, evitando resolver de apuro trabajos que pueden derivar en problemas mayores.
En paralelo, Litoral Gas trabaja en la modernización de sus sistemas de monitoreo y gestión de incidentes. La empresa apuesta a tecnologías que permitan identificar más rápido cualquier alteración en la red, reducir tiempos de respuesta y garantizar que menos usuarios resulten afectados ante una situación imprevista. La meta que se trazan para los próximos años es seguir bajando los índices de roturas hasta lograr niveles mínimos, sostenidos en el tiempo.
Pergamino y la región
Con más de 13 mil kilómetros de infraestructura subterránea, Litoral Gas es actualmente la distribuidora de gas natural por redes de las provincias de Santa Fe y el norte de Buenos Aires. Brinda servicio en 130 localidades, entre las que está Pergamino, y abastece a más de 765.000 clientes residenciales, instituciones, comercios e industrias.
Una red extensa que crece año a año, pero que también requiere de un compromiso conjunto entre la empresa, los organismos públicos, las constructoras y, sobre todo, la ciudadanía. “La seguridad en las calles es responsabilidad de todos”, remarcan desde la compañía. Y el descenso sostenido de roturas demuestra que cuando se trabaja de manera coordinada y se respetan las medidas preventivas, los resultados se ven rápidamente en cada barrio.