martes 12 de agosto de 2025

Pergamino se prepara para un encuentro de fe en honor a la Beata María Crescencia

Religiosas de diferentes países celebrarán en Pergamino el jubileo de la provincia María Crescencia, en el marco de un nuevo aniversario de su natalicio.

10 de agosto de 2025 - 07:05

El próximo sábado, Pergamino será sede de un evento religioso de gran relevancia: todas las Hermanas de la provincia religiosa Hermana Crescencia Pérez —procedentes de España, Uruguay, Chile y distintas regiones de Argentina— se reunirán para celebrar el jubileo, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de la beata María Crescencia.

La jornada comenzará a las 10:30 con una procesión alrededor de la plaza y continuará a las 11:00 con la misa presidida por el obispo de la Diócesis de San Nicolás, monseñor Hugo Santiago.

La provincia María Crescencia

Creada en 2018, la provincia religiosa Hermana Crescencia Pérez forma parte de la Congregación de las Hermanas del Huerto, que tiene presencia en diversos países y se organiza en distintas provincias. La Hermana Crescencia Pérez integra comunidades de Uruguay, Chile, España y parte de Argentina.

Otras provincias religiosas de la congregación abarcan regiones como Bolivia, Paraguay, Brasil, Italia, Congo, India y Estados Unidos, y también existen casas dependientes directamente de la Casa Generalicia en Roma.

La vida de la Beata

María Angélica Pérez, conocida en la vida religiosa como Hermana María Crescencia, nació el 17 de agosto de 1897 en San Martín, provincia de Buenos Aires. En 1905, su familia se trasladó a Pergamino y dos años después ingresó, junto a una de sus hermanas, al Hogar de Jesús, institución educativa dirigida por la Congregación de las Hermanas del Huerto. Allí permaneció como pupila hasta fines de 1915, cuando, con apenas 18 años, decidió abrazar plenamente su vocación religiosa e ingresó al noviciado en la Casa Provincial de las Hermanas del Huerto, en Villa Devoto, Buenos Aires. Al año siguiente tomó el nombre de Hermana María Crescencia, en honor al mártir Crescencio. Su vida estuvo marcada por una profunda entrega a la enseñanza y el cuidado de los enfermos: en 1918 hizo su Profesión Religiosa y comenzó a trabajar en el Colegio del Huerto de Buenos Aires, enseñando catecismo y labores. En 1924 fue destinada al Sanatorio Marítimo de Mar del Plata, donde atendió y educó a niñas con tuberculosis. Debido a problemas de salud, en 1928 sus superiores la enviaron a Vallenar, en el norte de Chile, con la esperanza de que el clima más benigno favoreciera su recuperación. Allí continuó sirviendo en el hospital Nicolás Naranjo, cuidando a enfermos con un espíritu de entrega total, hasta su fallecimiento el 20 de mayo de 1932, en olor de santidad. Su cuerpo, hallado incorrupto, reposa hoy en la capilla del Colegio Nuestra Señora del Huerto de Pergamino. El camino hacia su beatificación comenzó en 1986 y culminó el 17 de noviembre de 2012, cuando fue proclamada beata en una ceremonia multitudinaria presidida por el cardenal Angelo Amato, en reconocimiento a sus virtudes heroicas y a un milagro atribuido a su intercesión.

Un legado de humildad y servicio

La Hermana Crescencia se destacó por su entrega total a Dios, su servicio a los enfermos y su profunda humildad. Su ejemplo sigue inspirando a generaciones de religiosas y fieles, convirtiéndose en un símbolo de fe viva para la comunidad pergaminense y la Iglesia.

Este fin de semana, la ciudad será testigo de una manifestación de esa misma fe que marcó su vida, con religiosas llegadas de distintos puntos del mundo para celebrar su memoria y renovar su compromiso de servicio.

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