Finalmente, el 3 de mayo de 1989 se creó en el distrito de Pergamino el Conservatorio de Música, con un director, dos preceptoras y 60 horas cátedra.
El 11 de mayo se designó como primer director al profesor Alberto Ricardo Perduca, docente y compositor nacido en Venado Tuerto, pero criado y formado en Santiago del Estero.
27 años y sin casa propia
El 22 de mayo se inauguró oficialmente el primer ciclo lectivo del Conservatorio, contando con una matrícula de 110 alumnos, funcionando en turno vespertino en forma provisoria en el edificio que ocupaba el Centro Educativo Complementario Nº 801 Mi Casa, en Florida 1056, cuyo director era entonces el maestro Hugo Ramallo.
Dado la precariedad de la sede, se mudó a calle Rocha y Zeballos, compartiendo edificio con la Escuela Primaria Nº 6. Este local resultó más apropiado que el anterior, pero restringía de manera importante la posibilidad horaria; por lo que la flamante Asociación Cooperadora del Conservatorio alquiló una vivienda para funcionar de 13:30 a 17:30, que complementaba la carga horaria.
Su constante crecimiento hizo necesario el funcionamiento de todos los turnos, por lo que se produjo una nueva mudanza a Estrada 949, donde funcionó en un edificio de uso exclusivo, pero de dimensiones reducidas.
Desde la segunda mitad de 1999, la matrícula se acrecentó y el Conservatorio abrió sus puertas a eventos culturales y educativos lo que provocó un nuevo traslado al edificio situado en Moreno 726, posibilitando, aun más, el crecimiento ya evidenciado.
En 2004 la institución cambió de director, ingresando el profesor Eduardo Vecino hasta junio de 2006. En noviembre del mismo año y hasta la actualidad se desempeña como directora la profesora Marina Figueredo.
En 2008 se produjo una nueva mudanza al edificio ubicado en 11 de Septiembre 844. Pero años más tarde la institución se vio obligada a abandonar el inmueble, pasando a ocupar el actual espacio ubicado en 11 de Septiembre 412, una amplia casa perteneciente a Ester Mugica de Annan, quien es la titular de La Moyorra SA, sociedad familiar que la administra. El pago de la renta está a cargo de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
La zozobra de quedar, de un momento a otro, sin sede se repite periódicamente y ante esta situación, las autoridades del Conservatorio y los miembros del Centro de Estudiantes elevaron una solicitud, por la vía jerárquica correspondiente, que contempla el pedido de un edificio propio y las gestiones pertinentes ante las autoridades provinciales.
Origen de su nombre
El nombre Juan Carlos Paz, impuesto en 2010 después de una votación por parte de la comunidad, pertenece al compositor argentino nacido en Buenos Aires, en 1897. Se autodefinió como compositor, crítico, ensayista y guía de composición, pero también se desempeñó como pianista, organizador y difusor de la música del Siglo XX. Paz, quien falleció en Buenos Aires en 1972, encarna el espíritu más cuestionador y polémico de la música argentina.
La actualidad
Actualmente el Conservatorio de Música cuenta con una matrícula de alrededor de 500 alumnos, en tres turnos horarios, de Pergamino, Rojas, Colón, Arrecifes, Salto, Capitán Sarmiento, Hughes, El Socorro, Acevedo, Guerrico, Manuel Ocampo, Carabelas, Conesa, Juncal, Pinzón, Rancagua y Urquiza.
Asisten niños a partir de los 9 años de edad, pudiendo realizar una formación musical paralelamente a la educación primaria y secundaria, con la posibilidad de ingresar luego a las distintas carreras. En los grupos de adultos ingresan a partir de los 14 años y sin límite de edad.
La institución cuenta con 53 docentes, de la ciudad de Rosario, Rojas, Arrecifes y de Pergamino, (muchos de ellos egresados del Conservatorio).
La institución es pública, otorga títulos oficiales con validez nacional, el acceso es gratuito, solo se abona una cuota de cooperadora mensual.
Tres historias que hacen al presente de la institución
Martín Carpignoli
Con sus casi 80 años, Martín Carpignoli integra como bandoneonista la orquesta típica El Desbande, donde comparte su experiencia de vida y la música con jóvenes alumnos del Conservatorio. Estoy en este conjunto encantadísimo porque tengo muy buenos compañeros y una pibada de 15 y 16 años que me acompaña. Donde miro, hay una aceptación de amigos, afirmó en diálogo con LA OPINION.
Carpignoli se acercó al Conservatorio a través de Nicolás Tejo, un joven bandoneonista de nuestro medio, que actualmente integra el Quinteto del Alma. Hace dos o tres años Nicolás, que es una excelente persona y un muy buen músico, me pidió bandoneones porque se iba a dictar la disciplina en el Conservatorio. Soy medio mezquino para dar las cosas que me han costado, pero en este caso le dije que sí. Así que tengo un bandoneón en comodato y mejor que sirva para el aprendizaje de los jóvenes a que esté en casa archivado, expresó.
Carpignoli, que confesó que no toca música con partitura desde hace más de 50 años, se inició a los 15 años con la orquesta de Tito Comité. Después del Servicio Militar volvió a la música y conformó, junto a unos amigos, Brisas de Antaño.
Cuenta orgulloso que el conjunto duró 30 años con los mismos integrantes. Anduvimos por toda la provincia, hicimos audiciones en radio y tuvimos la suerte de estar en la inauguración de LT35 Radio Mon, memoró.
No sé si toco bien, pero toco fuerte y disfruto de la música. A mi bandoneón lo llevo conmigo donde sea. Estoy muy agradecido a la música y a la gente con la que la comparto, concluyó.
Patricia Renko, de Salto
Patricia Noemí Renko es un claro ejemplo de los chicos que con gran esfuerzo llegan desde ciudades vecinas, en este caso Salto, buscando una formación profesional como no hay otra en la zona. Con 19 años de edad se encuentra terminando el ciclo básico y pronta a empezar el Profesorado de Educación Musical y Clarinete.
Fui a la Escuela de Música de Salto desde los 7 años, comentó a LA OPINION, al tiempo que aclaró que esta Escuela articula con nuestro Conservatorio.
Patricia, que desde hace 10 años toca el clarinete, eligió el Conservatorio de Pergamino porque es el más cercano a su ciudad. Hasta el año pasado viajaba cuatro días a la semana, pero este año estoy alquilando porque son muchos días, afirmó. Si bien todavía no tiene definido dónde ejercerá, Renko sostuvo: Aunque no soy nacida en Salto, tengo mis raíces en esa ciudad y es medio difícil que me aleje de mi familia.
Patricia confesó que le gusta la música desde muy chica. Cuando empecé a estudiar me enteré que tenía un bisabuelo que fue director de orquesta y tocaba el violín en la orquesta de Juan DArienzo; también que mi mamá estudiaba piano. Sin embargo, se volcó por el clarinete. Desde que escuché el sonido del clarinete me enamoré y desde ese día no lo dejé.
Renko tuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad de San Andrés en San Isidro, a través de una beca, pero eligió el Conservatorio de Música de Pergamino. Lo mío es la música, por eso estoy acá. Me gusta estar acá, es un lindo ambiente, los profesores son excelentes, aprendo muchísimo, concluyó.
Román Lyonet, de Hugues
A solo un año de recibirse de Profesor en Educación Musical, Román Lyonnet, nacido en la ciudad de Hughes, Santa Fe, todavía no acepta la idea de terminar su etapa de estudiante en el Conservatorio de Música. Me siento excelente acá y no me quiero ir sostuvo a LA OPINION-. Hablamos con mis compañeros -somos cuatro que venimos todos juntos- que tenemos ganas de terminar, tener nuestro título, desempeñarnos como profesores, pero es como que se termina todo esto y comienza una vida nueva; se va a extrañar.
Lyonnet recordó sus comienzos: Arranqué viajando en colectivo los dos primeros años, 2011 y 2012. Son 85 kilómetros y tenía que hacer una combinación de colectivos, estaba más tiempo viajando que cursando. El primer año asistía dos veces a la semana, el segundo año tres veces y ya el tercer año me vine a vivir a Pergamino.
A la hora de pensar dónde ejercer, Román dijo tener claro que se volverá a Hughes. Allá tengo mi familia, tengo mi hija que cumple 2 años en noviembre. Me tira eso, señaló Lyonnet que ya brinda clases particulares en su ciudad natal y acompaña a su padre en el oficio de electricista.
De la Iglesia: De a poco fui encontrando mi camino dentro de la institución
Desde la materia Apreciación Musical del Tango, Carlos de la Iglesia, profesor de la ciudad de Arrecifes, formó dos ensambles: la orquesta típica El Desbande y Los Taitas (de guitarras); además integra y arregla el conjunto de guitarras Cuarteto Barajando, con el que lleva recorridos cinco años.
Con El Desbande tratamos de volver a la sonoridad de las grandes orquestas típicas que amenizaron bailes en las décadas de los 40 y 50, explicó en diálogo con LA OPINION.
El profesor, que además tiene a cargo las materias Lenguaje Musical en sus tres niveles, Guitarra y Guitarra Armónica, comentó que armar una orquesta requiere de esfuerzo y un trabajo compartido: Tenemos la suerte de que varios docentes se coparon con la idea como, por ejemplo, Marina Giandoménico, profesora de violín y viola de la ciudad de Rosario, que trabaja conmigo y coordina el trabajo con las cuerdas.
La orquesta típica El Desbande está integrada por músicos de entre los 14 y los 79 años. Estos son: Leandro Pugín, Sebastián Aguilar, Omar Gómez y Hernán Chavero (violines); Marina Giandoménico, Romina Deri y Fabián Pereyra (violas); Maribel Asset (violoncello); Andrés Doyen (saxo soprano); Nahuel Masello (flauta traversa); Patricia Renko (clarinete); Martín Carpignoli, Antonio Porfiri y Nicolás Tejo (bandoneones); Facundo Rodríguez (piano y bajo), Marcos Montero (piano); Carlos de la Iglesia (guitarra y bajo); Antonio Porfiri y Miguel Brunel (voces).
Cuando quisimos armar la orquesta nos topamos con el problema de que no teníamos bandoneonista, entonces la idea de este ensamble fue abrir un poco el Conservatorio hacia la sociedad y tratar de incorporar gente que no esté cursando una carrera pero que sí tenga mucho para aportar. Este es el caso de Martín Carpignoli, Antonio Porfiri y Nicolás Tejo que nos dio una mano grandísima en algún arreglo y ensamblar los tres. Así que es un laburo donde hay alumnos del Conservatorio y gente invitada que se copó con la idea.
De la Iglesia explicó que la materia Apreciación Musical del Tango está en el tercer año de la Formación Básica. Nos ha pasado que al que la cursó le gustó la idea de formar la orquesta y se ha mantenido, pero ingresan chicos nuevos. También hay chicos de Nivel 3 en adelante y hay gente que no podía cursar la materia, que está en un Nivel 1 ó 2, pero igual participa.
Al estímulo que genera en los alumnos aprender un instrumento y ejecutarlo en un ensamble, se le suma que la Orquesta dejó las cuatro paredes del Conservatorio para tocar en otros espacios de la ciudad. Lo que entusiasma es poder tocar para la gente, sostuvo el docente.
Refiriéndose a Los Taitas, De la Iglesia puntualizó que se trata de un ensamble de guitarras integrado por nueve músicos: ocho guitarras, un guitarrón y un cantante. Está integrado por Facundo Rodríguez, Leandro Pugín, Hernán Chavero, Sergio Estévez, Gonzalo Zaniboni, Emanuel Rotela, Miguel Brunel (voz), Lucas Moschini (guitarrón) y Carlos de la Iglesia (dirección).
El grupo se viene manteniendo. Se va uno pero entran dos con las mismas ganas de llevar el tango adelante, sostuvo el profesor, al tiempo que aclaró que Los Taitas mantiene el mismo estilo que el Cuarteto Barajando: el tango como eje central, pero otra sonoridad. Buscamos otra cosa con Los Taitas.
El Cuarteto Barajando, que surge en el año 2010 con la intención de recuperar y difundir nuestra música popular, en especial el género tango, ya cuenta con un disco compacto titulado Nuestro Camino, presentado en junio pasado. Después de un recorrido de cinco años quedó plasmado el disco y ya estamos trabajando en algo que se va a abrir quizás en un segundo disco, con nuevos temas, nuevos arreglos, anticipó De la Iglesia, quien ejerce como docente desde agosto del año 1999.
Cuarteto Barajando está integrado por Carlos de la Iglesia (primera guitarra y dirección), Matías San Martino (segunda guitarra), Marcos Nastacio (tercera guitarra) y Ulises Delelis (guitarrón y voz).
Siempre estuve ligado a la música popular y en especial al tango, así que de a poco fui encontrando mi camino dentro de la institución y poder formar lo que a mí me gusta, concluyó.