Organizada por la Comisión de Plástica de la Casa de la Cultura, este viernes a las 19:30, se inaugura en la sala Antonio Berni la exposición La osadía de la línea, una propuesta visual a cargo de la artista plástica Patricia Rubies.
Nacida en Peyrano, Rubies se vinculó al arte desde muy temprana edad: comenzó a dibujar y pintar a los 6 años, y desde entonces ha mantenido una relación constante e inquebrantable con la creación artística. “Toda mi vida trascendió siempre en el arte”, afirma con convicción en diálogo con LA OPINION. Además de su carrera como artista visual, Rubies se ha desempeñado durante años como docente, formando a generaciones de estudiantes a través de talleres y clases en instituciones como el Conservatorio Iberoamericano, el Rosini y actualmente en el Conservatorio Fran Liszt de San Nicolás.
Respecto a su evolución estilística, la artista explica que comenzó trabajando con el figurativismo, pero en 2018, luego de realizar un profesorado en arte abstracto, se volcó plenamente a este lenguaje visual. “Trabajo mucho con los colores, con las emociones; el arte abstracto no se define por una imagen determinada, sino que son gestos que se manifiestan a través del color, las líneas y las emociones”, sostiene Rubies. “Fue un camino de inicio que continúo porque la verdad es que me sorprende cada día”.
Una muestra donde la línea se convierte en protagonista
La osadía de la línea es una serie en la que la línea roja se convierte en hilo conductor, a veces invadiendo y atravesando las obras con determinación. "Como su nombre lo indica, esta muestra refleja el atrevimiento de la línea, su capacidad de irrumpir y transformar el espacio", explica la artista. La exposición presenta una propuesta variada, donde Rubies explora distintos soportes y técnicas: bastidores, papeles, collage, marvilin, asfáltica, siempre con el acrílico como medio preferido.
Para Rubies, la línea no es solo una herramienta plástica, sino un gesto cargado de sentido. Lo expresa claramente en una de las frases que define su muestra: “Es un gesto que siempre deja huella, muestra y descubre algo, crea una imagen, transforma y emociona”.
El proceso creativo como experiencia transformadora
En el cierre de la entrevista, Rubies comparte un profundo texto que condensa su visión del arte como forma de introspección y expresión vital: El poder de la línea, gesto lento que siempre deja huella, líneas que vienen y van, como quien busca sin saber qué. El silencio me habla, crea un espacio interno, se libera tensión, se aloja el caos, surge el trazo, la forma, el color, las texturas; me expreso. Me esencia en el silencio cobra vida, me suma calma, armonía y sentido. La creatividad me habita, todo se vuelve parte de mí. La luz natural penetra y me transforma, los colores tierra me conectan, todo habla, todo vibra, todo surge tan vital. Todo se une, líneas con corazón, alma y mente. Líneas que vienen y van, trazos que fluyen, el arte expresa sin entender, lo hace visible, lo crea; algo pulsa en mi interior, libera mi espíritu, me traviesa y me emociona.
La inauguración de La osadía de la línea contará con un acompañamiento musical en vivo a cargo de Melinda Giordanengo, quien se presentará en teclados. La entrada será libre y gratuita.