miércoles 13 de agosto de 2025

La Diócesis de San Nicolás celebra la ordenación de 10 diáconos permanentes

Monseñor Hugo Santiago presidió la ceremonia en la Catedral de San Nicolás. Todos los candidatos son casados. Uno de los diáconos permanentes es de Pergamino.

12 de agosto de 2025 - 13:27

Con la Catedral de San Nicolás de Bari de la ciudad homónima abarrotada de fieles y en un clima de mucha emoción, luego de cinco años de la creación de la Escuela de Diaconado Permanente, monseñor Hugo Santiago ordenó el domingo a los primeros 10 diáconos permanentes.

Junto al Obispo diocesano, también participaron de la celebración eucarística una veintena de sacerdotes, el Equipo Formador, directores espirituales, docentes y tutores, incluyendo al director de la Escuela de Diaconado Permanente, presbitero Francisco Benítez.

Ordenación diáconos

Las palabras de monseñor Hugo Santiago

Con un mensaje plagado de simbolismo en lo que hace a la figura y función del diácono, monseñor Santiago explicó que el servicio es la actitud transversal que abarca al diácono permanente a su esposa y a sus hijos. Cristo, desde el servicio subvierte la concepción de Dios. Dios sirve al hombre y porque el mayor sirve al menor. Luego prosiguió e hizo hincapié en la conciencia cristiana tomando como referencia lo que ocurre el Jueves Santo con el lavatorio de los pies (Juan. 13, 1-15).

En su alocución, el obispo hizo referencia sobre la conciencia del servicio. Monseñor Santiago detalló que fue Jesús quién fundó la conciencia de la Iglesia, como así también nuestra conciencia. En general declaró que “nuestra conciencia oscila como a la conciencia del apóstol Pedro entre la duda que Dios nos amé y el ¿no me vas a lavar los pies? y el miedo a que nos dejé de amar. Así nos cuesta creer que Dios nos ame. Jesús rubrica este momento con su muerte en la Cruz y la venida del Espíritu Santo posteriormente, revelando que con esto Pedro se da cuenta del amor que Dios tiene sobre sus apóstoles y sobre nosotros”. Siguiendo con la imagen del apóstol, el obispo concluyó la idea de que Pedro “quiere salvar a Cristo y termina comprendiendo que es Cristo el que lo salva a él”.

Más adelante, el prelado profundizó su desarrollo sobre “las comunidades con conciencia débil, comunidades con conciencia falsa, comunidades con conciencia verdadera”. Y aclaró que “hay conciencia de que todo se le debe a Dios: la vida, la salud, los carismas y esto suscita la acción de gracias y el servicio como respuesta. Hay conciencia que el servir es divino y el poder por el poder es mundano. El servicio se concreta en realizaciones y actitudes históricas”.

Para la máxima autoridad diocesana, el diacono permanente en síntesis es “un promotor, el que incentiva, anima a que la Iglesia sea una comunidad con una conciencia fuerte y auténtica de Iglesia servicial y vive esta actitud en sus ámbitos de vida: la familia, el trabajo y el ministerio”.

Los nuevos ordenados

Los nuevos diáconos, quienes estuvieron acompañados por sus respectivas familias y seres queridos, provienen de distintos partidos que integran la diócesis de San Nicolás. Ellos son: Ramiro Argayo y Guillermo Molina (Ramallo); Luis Antonio Rondan, Ezequiel Dutrel, Manuel Cuevas, Oscar Franco, Carlos Toro y Sergio Gómez (San Nicolás), Roberto Micatrotta (Pergamino) y Adrián Rossi (General Arenales).

Un pergaminense

Roberto Micatrotta (54), perteneciente a la comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Merced también fue ordenado diacono permanente por lo que prestará servicios en esa comunidad parroquial.

Micatrotta diacono
Micatrotta (el de la derecha) es pergaminense y desarrolla su labor pastoral junto al sacerdote Carlos Miri en la Parroquia Merced.

Micatrotta (el de la derecha) es pergaminense y desarrolla su labor pastoral junto al sacerdote Carlos Miri en la Parroquia Merced.

Funciones del diácono permanente

Según el Código de Derecho Canónico y el magisterio, el diácono permanente es un ministro ordenado que participa del sacramento del orden en el grado de diaconado, no para el sacerdocio sino para, como mencionó el obispo en la homilía, el servicio.

Su función esencial, según la tradición y la doctrina de la Iglesia, se resumen en tres ámbitos: servicio de la Palabra, servicio de la Liturgia y servicio de la Caridad.

En el servicio de la Palabra, el diácono permanente puede proclamar el Evangelio, puede predicar la homilía, instruir en la doctrina, y animar la vida pastoral y evangelizadora.

En el servicio de la Liturgia, puede el diácono permanente asistir al obispo o presbítero en el altar, puede administrar solemnemente el bautismo, asiste y bendice matrimonios, distribuye la comunión, preside responsos y otras celebraciones de la palabra.

Y, por último, en el servicio de la Caridad, promueve y coordina obras de caridad, justicia social y atención a los necesitados en nombre de la Iglesia.

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