La comerciante evitó una estafa millonaria no girando un monto millonario de dinero que le exigía el delincuente que supuestamente había transferido dinero con más cero al de la supuesta operación comercial.
LA OPINION
Una joven comerciante del rubro panadería fue víctima este fin de semana de un intento de estafa mediante la modalidad de la “transferencia equivocada”, un ardid cada vez más frecuente en la región y que busca engañar a comerciantes y emprendedores a través de pedidos falsos realizados por redes sociales y mensajería instantánea.
El episodio ocurrió en la tradicional panadería “3 de Febrero”, donde su responsable recibió un mensaje por WhatsApp de un supuesto cliente que quería encargar cinco docenas de facturas. Tras un breve intercambio de mensajes, el interlocutor la llamó por teléfono para confirmar el pedido y consultarle si podía abonarlo mediante transferencia bancaria. La comerciante aceptó y envió los datos necesarios para concretar el pago.
La estafa en un relato de la supuesta equivocación
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La joven comerciante compartió en sus redes sociales como fue el intento de estafa para alertar a sus colegas.
LA OPINION
Según relató la joven, el individuo afirmó que la operación se haría desde la cuenta de su pareja y que un empleado pasaría al día siguiente a retirar el encargo. Tres minutos después de enviar los datos, la comerciante recibió la presunta constancia de la transferencia. Sin embargo, algo llamó inmediatamente su atención en la imagen que veía: la supuesta operación no era por los 32.500 pesos correspondientes al pedido, sino por tres millones de pesos, una cifra completamente ajena a la compra acordada.
Al revisar su banca digital, la comerciante constató que no había ingresado ningún monto, por lo que comprendió rápidamente que se trataba de un engaño y decidió no avanzar con ninguna devolución.
Segunda etapa del ardid
Fue entonces cuando comenzó la segunda etapa del ardid. El falso cliente la llamó nuevamente, esta vez con gritos y marcada desesperación, asegurando que su pareja había enviado “por error” tres millones y que necesitaban con urgencia que ella reembolsara la diferencia. Con evidente insistencia, le exigía que le confirmara si tenía acceso inmediato a la cuenta bancaria para devolver el supuesto excedente.
La calma de la joven comerciante
La joven panadera mantuvo la calma y respondió que no tenía acceso directo a esa cuenta, que la manejaba un familiar, y que recién podría responder cuando pudiera comunicarse con él. A partir de ese momento, el estafador comenzó a enviar mensajes desde distintos números, llamar por WhatsApp y luego desde una línea convencional —que incluso aparecía identificada como “posible spam”— para ejercer presión y lograr que la damnificada hiciera la transferencia.
“No atendí más y le expliqué que, cuando el dinero impactara, me iba a comunicar. Que el error había sido de ellos. Después de eso, no insistieron más y todo quedó ahí”, relató la comerciante, quien decidió hacer público el episodio para alertar a otros comerciantes y emprendedores locales.
Alerta sobre esta modalidad de estafa
La modalidad utilizada —simular una transferencia por un monto de dinero mayor al acordado y exigir la devolución inmediata del “excedente”— se ha convertido en un mecanismo habitual en intentos de estafa a través de redes sociales y mensajería. La recomendación es siempre verificar el ingreso real del dinero antes de realizar cualquier devolución y desconfiar de llamados insistentes, números desconocidos o constancias de pago que parezcan editadas o poco confiables.
En este caso, gracias a la rápida reacción y desconfianza inicial de la comerciante, el engaño no se concretó.