Cada 7 de junio, en Argentina, se celebra el Día del Periodista, una jornada que más que conmemorar al periodismo como fenómeno, pone en valor la labor cotidiana del periodista como sujeto activo y comprometido con la verdad, la información y el servicio público. En un contexto de cambios vertiginosos, atravesado por la digitalización, las plataformas tecnológicas y el consumo acelerado de contenidos, esta fecha adquiere una relevancia especial: invita a reflexionar sobre el lugar del periodista en la sociedad y sobre cómo se resignifica su rol frente a los nuevos escenarios comunicacionales.
Día del Periodista y las nuevas formas de comunicar
El periodismo del siglo XXI se despliega en múltiples formatos y plataformas. La irrupción de Internet, sumada al auge de las redes sociales y los dispositivos móviles, ha transformado por completo las dinámicas de producción y circulación de la información. El acceso casi inmediato a los hechos, la posibilidad de transmitir en vivo, la geolocalización, los podcasts, el contenido audiovisual on demand, la inteligencia artificial generativa y el periodismo de datos son solo algunos de los elementos que hoy componen el paisaje informativo.
En este nuevo ecosistema, los lectores dejaron de ser consumidores pasivos. Ahora son también creadores y distribuidores de contenidos. Comentan, viralizan, desmienten, opinan. El límite entre emisor y receptor se diluye, y las reglas del juego comunicacional se redefinen a cada instante. La instantaneidad, la participación activa del público y el feedback constante son características propias de esta era.
Sin embargo, esta aparente democratización de la información convive con nuevos riesgos: la desinformación, las noticias falsas, el anonimato malicioso y la pérdida de profundidad en el tratamiento de temas complejos. La rapidez puede atentar contra la veracidad, y la abundancia de datos no siempre garantiza una mejor comprensión de la realidad. En ese contexto, el rol del periodista profesional se vuelve más necesario que nunca.
El oficio del periodista
Hablar del Día del Periodista es hablar del oficio, de esa tarea diaria muchas veces silenciosa, arriesgada y a contramano del poder, ejercida con rigor, curiosidad y compromiso. El periodista no es solo alguien que informa: es quien indaga, investiga, pregunta lo incómodo, da voz a los silenciados y asume la responsabilidad de contar con fundamentos lo que sucede. No es lo mismo un tuit que una crónica. No es lo mismo una publicación viral que una investigación contrastada.
Ser periodista implica también tener principios: sostener la credibilidad como bandera, la ética como marco y la sensibilidad como brújula. En un mundo donde cualquiera puede "comunicar", el periodista no se define solo por el acto de difundir, sino por cómo lo hace y desde qué lugar. En este sentido, la figura del periodista como profesional sigue siendo irreemplazable frente a los flujos de información desordenada y muchas veces tóxica que circulan en la web.
Detrás de cada noticia bien contada hay un periodista que valida fuentes, que edita, que construye narrativas comprensibles, que pone el cuerpo y la cabeza. Y si bien los lenguajes y herramientas cambian, hay algo que permanece: la vocación de dar testimonio del presente para construir memoria y futuro.
Una fecha con historia
El Día del Periodista fue instituido formalmente el 25 de mayo de 1938, durante el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba. Allí, profesionales de todo el país decidieron establecer el 7 de junio como fecha conmemorativa, en homenaje a la aparición del primer periódico de la etapa independentista: La Gazeta de Buenos Ayres.
Aquel Congreso también fue punto de partida para la consolidación de derechos laborales del gremio. Se delinearon los principios que luego darían forma al Estatuto del Periodista Profesional (Ley Nº 12.908), aprobado por el Congreso Nacional con la participación de referentes de distintos espacios políticos como Arturo Frondizi, Oscar Albrieu y Leandro Reynes. Además, en 1944 se logró la sanción de la Ley Nº 12.581, que reconocía el régimen jubilatorio para los trabajadores de prensa. Estas conquistas fueron impulsadas por dirigentes como Octavio Palazzolo, Samuel Yussem y Santiago Senén González (padre), y marcaron un hito en la profesionalización del oficio.
Mariano Moreno y La Gazeta
La raíz histórica de esta conmemoración se remonta al 7 de junio de 1810, cuando Mariano Moreno, abogado, político y secretario de la Primera Junta, tomó una decisión estratégica: fundar La Gazeta de Buenos Ayres, el primer periódico oficial del gobierno patrio. Su propósito era claro: informar al pueblo de las decisiones del nuevo gobierno y promover los ideales de libertad y emancipación.
“¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península? Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de La Gazeta de Buenos Aires”, escribió Moreno en la edición inaugural.
Algunos de sus primeros redactores fueron el propio Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli. Aquella publicación no solo marcó el inicio de la prensa en el país, sino que inauguró la libertad de expresión como valor democrático en el sur del continente.
El periodista
Hoy, 7 de junio, celebramos al periodista. A quienes se enfrentan cada día al vértigo de la información con temple, con criterio, con pasión. A los que ejercen el periodismo como una forma de compromiso con la realidad y con la sociedad. Porque en tiempos de ruido, mentiras y velocidad, el buen periodismo sigue siendo la brújula que necesitamos para no perdernos.
En este marco, periodistas de Pergamino se reunirán para conmemorar la fecha este sábado desde las 10:30 frente a la estatua que recuerda a Mariano Moreno, en la Plaza Merced.