El verano comenzó con jornadas de altas temperaturas en el centro y norte del país que, si bien se corresponden con las marcas del termómetro, también se relacionan con la imposibilidad de sentir alivio.
La pregunta que surge de esa sensación o experiencia de agobio es por qué hay días en los que las temperaturas apenas llegan a los 30 grados y pareciera que hace más calor que en jornadas en las que las máximas sobrepasan los 35 grados.
La respuesta apunta a una sola causa: la humedad, la que, de acuerdo al dicho popular, mata y no da respiro.
Lo cierto es que el Servicio Meteorológico Nocional (SMN) dio una respuesta más completa a este asunto. A través de sus canales de comunicación, el organismo explicó cómo se dan estos mecanismos relacionados con la atmósfera y la transpiración, que nos permiten o no refrescarnos.
"Si hace mucho calor, nuestro cuerpo utiliza mecanismos para disminuir su temperatura. Los días calurosos el cuerpo transpira, formando en la piel una capa de agua, sales y minerales, que en condiciones adecuadas de temperatura humedad y viento, van a evaporarse y así refrescarnos. El sudor que está en estado liquido sobre la piel pasa a la atmósfera en estado gaseoso. Para realizar el cambio de estado, le quita el calor a nuestro cuerpo y lo refresca", precisó el SMN.
En tanto, en su informe remarcó: "Si el aire que nos rodea contiene mucha humedad, el sudor no puede evaporarse y permanece en nuestra piel. Como consecuencia, en los días húmedos y calurosos el sudor queda sobre la piel y nuestro cuerpo no puede refrescarse, por eso tenemos esa sensación de 'calor agobiante o pegote'".
Combo: calor, humedad y lluvias
Pesadez, agobio, energía baja: así se combinan la humedad y las altas temperaturas. El SMN, en tanto, se encuentra bajo vigilancia constante debido a la superposición de diversos fenómenos, que pueden modificar las condiciones atmosféricas en pocas horas.
Así, según expresó la meteoróloga Cindy Fernández al sitio especializado Meteored, el escenario "es complejo" y algunas zonas "enfrentan lluvias muy abundantes y riesgo de fenómenos severos, otras lidian con vientos fuertes o precipitaciones más moderadas pero persistentes". En tanto, esta situación de superposición de condiciones es típica del verano.
Los próximos días, las malas condiciones en altura favorecerán el desarrollo de tormentas en la región pampeana, con posibles avisos a corto plazo y alertas de nivel amarillo. "Los acumulados previstos rondan entre 15 y 40 mm, aunque no se descartan daños localizados por granizo y ráfagas que pueden superar los 70 km/h. Nada generalizado, pero sí lo suficientemente intenso como para pausar algunos planes al aire libre en cuestión de minutos", planteó la especialista. La recomendación, entonces, será seguir las actualizaciones climáticas del SMN, para estar al tanto de los posibles cambios.