Con el respaldo de su certificación como Municipio Verde, el gobierno local busca cerrar una etapa de conflicto y avanzar hacia una regulación participativa que equilibre salud, ambiente y producción. El argumento central del municipio es que Pergamino obtuvo recientemente la certificación IRAM de “Municipio Verde”
En una decisión clave para el futuro agrícola y ambiental de la ciudad, la Municipalidad de Pergamino presentó formalmente ante la Justicia un pedido para levantar las restricciones vigentes sobre el uso de agroquímicos. La medida, que rige desde hace más de seis años, fue adoptada tras denuncias por contaminación y reclamos de vecinos afectados, pero ahora el Ejecutivo local asegura que el contexto ha cambiado.
El argumento central del municipio es que Pergamino obtuvo recientemente la certificación IRAM de “Municipio Verde”, un sello que reconoce la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en aplicaciones urbanas y periurbanas. Según informaron desde el gobierno local, esta distinción es prueba del compromiso de la ciudad con el desarrollo sustentable y la gestión responsable de fitosanitarios.
“Creemos que la situación ha cambiado fundamentalmente desde que se impusieron las restricciones iniciales. Hoy tenemos otra institucionalidad, otra gestión ambiental y un compromiso público y técnico que debe ser reconocido”, señaló el intendente Javier Martínez, en declaraciones a medios locales.
Una mesa multisectorial como solución de fondo
Más allá del pedido judicial, el municipio presentó una propuesta para crear un Cuerpo Colegiado Multisectorial, con participación de representantes de la sociedad civil, organizaciones vecinales, profesionales de la salud, ingenieros agrónomos y organismos del Estado.
Esta mesa de consenso tendría como objetivos centrales el monitoreo permanente del cumplimiento de normas, el ajuste de protocolos de aplicación y la elaboración de recomendaciones técnicas y sociales que permitan tomar decisiones con base científica y diálogo comunitario.
“Se trata de dejar atrás la lógica de la confrontación y construir una instancia de confianza mutua. No puede haber sustentabilidad si no hay participación, ni puede haber regulación si no se escucha a quienes están en el territorio”, explicaron desde el área de Ambiente del municipio.
El contexto: seis años de conflicto y tensión judicial
Las restricciones actuales surgieron a partir de una serie de denuncias por fumigaciones cercanas a zonas urbanas, que derivaron en fallos judiciales que prohibieron la aplicación de agroquímicos a menos de 1.095 metros de las viviendas. Desde entonces, productores, ambientalistas y autoridades locales han sostenido posturas opuestas, con marchas, contramarchas y poco diálogo.
La certificación como Municipio Verde y la creación de la mesa multisectorial podrían abrir una nueva etapa. Aunque aún debe resolverse la cuestión judicial, el enfoque del Ejecutivo local apunta a una regulación más dinámica, en la que el conocimiento técnico y las voces de los vecinos puedan coexistir en la toma de decisiones.
Un modelo que podría replicarse
El caso de Pergamino se sigue de cerca en otras localidades bonaerenses y del país, donde también existen tensiones por el uso de agroquímicos en zonas productivas cercanas a áreas urbanas. Si se acepta el pedido de levantar las restricciones y se pone en marcha el organismo colegiado propuesto, Pergamino podría convertirse en un modelo de gestión ambiental participativa en contextos de fuerte presión agrícola.
Mientras tanto, el debate sigue abierto. Pero, al menos por ahora, Pergamino intenta reemplazar el conflicto por el consenso.
El pedido de Levantamiento y las adhesiones
PEDIDO DE LEVANTAMIENTO MEDIDAS PRECAUTORIAS - CAUSA CORTESE.pdf