Integraron el equipo Top Ten Argentina, que se quedó con la Copa de Bronce en la categoría +45 del 8º Santander Masters Basketball, que reunió a 52 equipos.
Los siete jugadores pergaminenses de Top Ten Argentina junto al entrenador arrecifeño José García.
TOP TEN ARGENTINACon una destacada participación y espíritu competitivo, el equipo Top Ten Argentina, que contó con siete pergaminenses en su plantel, se consagró campeón de la Copa de Bronce en la categoría +45 de la octava edición de un Torneo Internacional de Básquetbol Máster, disputado del jueves al domingo en Santander, España.
El conjunto nacional venció en la final a Viarcón - La Esperanza, equipo local, por 32 a 28, cerrando una positiva actuación en un certamen que reunió a 52 equipos de distintas partes del mundo. La competencia, que se desarrolló en tres estadios de la ciudad, tuvo como sede principal al imponente Palacio de los Deportes de Santander, y reunió a conjuntos de países como República Checa, Canadá, Dinamarca, Italia, España y Argentina, entre otros.
El equipo Top Ten Argentina tuvo una fuerte raíz pergaminense. Los siete nacidos en nuestra ciudad que integraron el plantel fueron Lucas Defrancesco, Juan Pablo Gorbalán, Joaquín Zeperizza, Martín Manzoni, Carlos Gallo, Ramiro Gallo y Victorio Musso, con la dirección técnica del arrecifeño José García. A ellos se sumaron tres jugadores italianos (amigos de Carlos Gallo) y tres españoles que juegan con Ramiro Gallo en Madrid.
El nombre del equipo refiere al Complejo Top Ten de Pergamino, ubicado en avenida Pellegrini 3657, y la idea de participar en el certamen surgió de Martín Manzoni y Ramiro Gallo, quien actualmente reside en Italia.
Top Ten Argentina tuvo un comienzo con tropiezos, al caer en sus dos primeros compromisos y pasó a disputar la Copa de Bronce. Sin embargo, el equipo mostró carácter, se repuso y ganó sus siguientes dos partidos, lo que les permitió quedarse con esa Copa, uno de los trofeos en disputa dentro del certamen.
En la final, Top Ten Argentina se impuso 32 a 28 con autoridad y temple frente a un conjunto local, en un partido cerrado que se definió en los últimos minutos. La victoria fue celebrada con entusiasmo y orgullo, no solo por el título en sí, sino por lo que representa haber llevado a Pergamino al podio en un torneo internacional.
El certamen fue también una oportunidad para el reencuentro y la fraternidad entre jugadores de distintas nacionalidades unidos por la pasión por el básquetbol. La presencia de pergaminenses en el equipo, más los vínculos con jugadores italianos y españoles, reforzó el espíritu de integración cultural y deportiva que caracteriza al evento. Para el grupo fue una experiencia inolvidable que reafirma la vigencia de muchos de sus integrantes dentro del deporte.