La creciente circulación de vehículos con patentes de papel o directamente sin ningún tipo de chapa colocada genera un daño colateral que afecta directamente a la seguridad.
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Muchos vehículos sin chapas circulando y es un tema relevante en seguridad. Se debe al fin del contrato del Gobierno de Javier Milei con la Casa de la Moneda.
La creciente circulación de vehículos con patentes de papel o directamente sin ningún tipo de chapa colocada genera un daño colateral que afecta directamente a la seguridad.
Los autos y motos sin identificación no pueden ser detectados por el anillo digital instalado en Pergamino, por lo que hace menos eficiente esa herramienta para prevenir el delito o resolver ilícitos ya cometidos.
La falta de patentes se nota desde hace tiempo, pero se agudizó en los últimos meses del año pasado y los primeros el 2025. Fue luego que el Gobierno de Javier Milei rescindiera el contrato con la Casa de la Moneda para imprimirlas y prácticamente desmantelara el organismo.
Desde el Gobierno presentan la noticia como “el fin del monopolio” y aseguran que ya está terminada la licitación. Pero la adjudicataria, Tonnjes Sudamericana S.A., no estaría en condiciones de solucionar el faltante al menos hasta mitad de este año. Los papeles en el parabrisas aún tienen larga vida.
No obstante, el Gobierno promete solucionar el problema para julio. Pero debido al volumen que está adquiriendo, voceros del Gobierno señalan que se puede adelantar a mayo.
La decisión de dar por tierra con el contrato de la Casa de la Moneda, es parte de una serie de medidas que lleva adelante el Ministerio de Justicia de la Nación. La intención manifiesta es la de agilizar el registro de automotores, aunque hasta el momento los resultados son los contrarios.
La falta de chapas afecta tanto a quienes compraron 0 kilómetro como a los que necesitan reponer una matrícula. La demora puede llegar a los cuatro meses.
En verano, los inconvenientes se trasladaron a la frontrna, donde fue necesario gestionar la autorización ante las autoridades de los países limítrofes para que los vehículos argentinos pudieran ingresar por la frontera con la patente de papel pegada al parabrisas.