viernes 26 de diciembre de 2025

San Pedro: Adiós a Ciro, el perrito del barrio de Lavalle y 11 de Septiembre que no soportó la pirotecnia

Abandonado y adoptado por vecinos de San Pedro, que reunieron fondos para operarlo. Tras una cirugía reciente, el ruido de los cohetes en Navidad fue fatal.

26 de diciembre de 2025 - 19:00

En San Pedro la Navidad dejó una historia de dolor en la zona de Lavalle y 11 de Septiembre, donde vecinos despidieron a Ciro, un perrito comunitario que no logró resistir la pirotecnia. Abandonado años atrás y adoptado por el barrio, había sido operado recientemente y se recuperaba, hasta que los estruendos de Nochebuena terminaron con su vida.

Un perro abandonado que fue adoptado por todo el barrio

Ciro había llegado a la zona hace algunos años, luego de ser abandonado. Con el paso del tiempo, los vecinos comenzaron a alimentarlo, cuidarlo y brindarle refugio. Se transformó en una presencia habitual del barrio, conocido por su carácter dócil y por recorrer la zona en busca de comida y caricias.

“Fue dejado por un desgraciado hace unos años y el barrio lo adoptó”, relató Liliana, una de las vecinas, al expresar su indignación y tristeza por lo ocurrido. Según contaron, Ciro encontraba protección en distintas casas, donde siempre había alguien dispuesto a darle agua fresca, alimento y resguardo.

El esfuerzo solidario para salvarlo y la cirugía reciente

Hace apenas quince días, Ciro debió ser sometido a una cirugía por un tumor. Ante esa situación, los vecinos no dudaron en organizarse para reunir fondos y afrontar los gastos veterinarios. La operación fue un éxito y su recuperación avanzaba de manera favorable.

“En el barrio juntamos plata para costear la cirugía y se estaba recuperando bien”, explicó Natalia, otra de las vecinas que lo despidió públicamente. El perrito permanecía contenido y cuidado, mientras atravesaba el posoperatorio con atención constante de quienes lo habían adoptado como propio.

El impacto de la pirotecnia y una pérdida que reabre el debate

La tranquilidad de la recuperación se vio abruptamente interrumpida durante la Nochebuena. Ciro, que le tenía miedo tanto a las tormentas como a los cohetes, no soportó el estruendo de la pirotecnia. Murió en una casa del barrio, donde se encontraba protegido y asistido.

“La diversión de unos pocos es el precio caro de más de uno. En nuestro caso, la pérdida de Ciro”, expresó Natalia en redes sociales, reflejando el sentimiento compartido por muchos vecinos. Liliana, por su parte, destacó especialmente el rol de Dora, una vecina que “siempre se ocupó de él, como todos”, y recordó escenas cotidianas del perrito esperando su comida en la puerta.

La muerte de Ciro volvió a poner en primer plano el impacto negativo de la pirotecnia en animales, personas mayores y niños con sensibilidad auditiva. En el barrio de Lavalle y 11 de Septiembre, su ausencia dejó un profundo vacío y una despedida cargada de tristeza: “Vamos a extrañar verte cruzar la 11 de Septiembre para ir por los locales a pedir comida. No es justa nuestra pérdida”, resumieron sus vecinos.

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