Este lunes las autoridades educativas de un establecimiento que brinda habilidades en oficios a adolescentes y jóvenes se encontraron nuevamente con la evidencia que durante el fin de semana robaron y vandalizaron las instalaciones escolares con un ánimo más dañino que de avidez por apoderarse de bienes materiales.
El Centro de Formación Integral Nº 1 volvió a ser blanco de la delincuencia durante el último fin de semana. Vándalos ingresaron al edificio educativo ubicado en avenida Presidente Perón al 1.500 y provocaron destrozos, además de robar alimentos destinados a estudiantes con discapacidad.
Por quinta vez en un corto período, el establecimiento que brinda educación en oficios a adolescentes y jóvenes con discapacidad sufrió un violento episodio delictivo. El ataque fue descubierto el lunes por la mañana, cuando autoridades y docentes llegaron para iniciar la jornada escolar y se encontraron con aberturas forzadas, daños en la cocina y mercadería sustraída.
Insumos para las comidas de los alumnos
Según se pudo reconstruir, los autores irrumpieron tras violentar al menos tres ventanas y se dirigieron directamente al sector de cocina. Allí rompieron el extractor de aire, dañaron muebles y electrodomésticos y revisaron heladeras y freezers. Se llevaron distintos insumos alimenticios —entre ellos milanesas y hormas de queso— que estaban destinados al desayuno, almuerzo y merienda de los alumnos.
Directora del CFI
La directora del CFI 1, Cintia Risodé, expresó su profunda decepción y malestar por lo ocurrido y remarcó que “ya no queda prácticamente nada para robar”, pero aun así los delincuentes “se las ingeniaron para destruir lo poco que hay”. Incluso, durante la huida, dejaron tirada una horma de queso cremoso y otros alimentos, lo que para la comunidad educativa refuerza la idea de un accionar marcado más por la saña que por el valor del botín.
El edificio escolar se encuentra frente al Parque Municipal General San Martín y lindero a la ribera sur del Arroyo Pergamino. De acuerdo con lo señalado por las autoridades del establecimiento, los vecinos que viven frente a la parte trasera del predio suelen colaborar alertando ante movimientos sospechosos. Sin embargo, existe un sector lateral que linda con el terraplén sur del arroyo donde no hay testigos permanentes, salvo personas que concurren ocasionalmente a realizar actividades aeróbicas.
Apelan a la colaboración de la comunidad
Ante esa situación, desde el CFI 1 apelan a la colaboración de la comunidad y solicitan que cualquier persona que observe sujetos merodeando o situaciones sospechosas en inmediaciones del edificio dé aviso inmediato al sistema de emergencias 911.
La reiteración de los robos obligó a docentes, auxiliares y autoridades a organizarse para pasar de manera periódica por el frente del establecimiento durante los fines de semana y verificar que no haya anomalías. Sin embargo, el domingo último, las fuertes lluvias y la tormenta impidieron realizar esas recorridas preventivas, circunstancia que habría sido aprovechada por los delincuentes.
Tras la denuncia, personal policial acudió al lugar y constató los daños y el faltante de mercadería. En el interior del edificio fue hallado un cuchillo de cocina que no pertenecería al establecimiento. Intervino Policía Científica y tomó participación el Grupo Táctico Operativo, con actuación de la fiscalía en turno, que ahora investiga el hecho e intenta determinar la autoría del quinto ataque contra una institución educativa que cumple una función social clave en la ciudad.