Los organizadores invitan por este medio a la comunidad en general y especialmente a la educativa del establecimiento a hacerse presente para acompañar estos cincuenta años de la tradicional institución pergaminense.
Algo de historia
El 10 de septiembre de 1996 nacía en Pergamino el primer servicio de atención de niños en situación de riesgo, y lo hacía con el nombre de Centro Asistencial Mi Casa.
Fue un excelente trabajo de un grupo de pergaminenses preocupados por haber detectado un centenar de chicos en esas condiciones.
La idea inicial de una Casa del Niño tomó forma en una institución creada desde la Dirección de Escuelas de la Provincia y cuyas primeras experiencias se hallaban en el Conurbano ya en 1995.
El grupo de pergaminenses se constituyó en una primera comisión y estuvo integrada por Jorge Vidaurreta, presidente; Silvio Ferrero Regis, vicepresidente; María Isabel Lapolla de Aiello, secretaria; Carlos Vanaro, secretario de actas; Héctor del Giúdice, prosecretario; Raúl Miguel, tesorero; yJosé Mermet, protesorero; vocales Horacio Picco, Dagoberto Lagares, Rizal de Pedro y Luis Troncaro, revisores de cuentas; el Padre Antonio Román y el comisario Luis Igal y como vocales suplentes Roque Ibarra, Elisa Marcucci, Eledo Bártoli y Concepción del Fabro.
En la misma reunión constitutiva, María Julia di Bucci proponía el nombre de Mi Casa para la institución gestionada y fue su moción aprobada inmediatamente. Más tarde, el dibujante Roberto Veros creaba el logotipo que es el símbolo del servicio.
En agosto de 1966 se designaba el personal docente de la institución aprobada en la Dirección General de Escuelas y el 10 de septiembre se realizaba el acto de inauguración.
Cabe destacar que merced a una gran rifa que tuvo gran apoyo popular, la comisión adquirió la casona de Florida 1056 a nombre a tres de sus miembros: José Luis Mermet, Luis Vidaurreta e Isabel Lapolla.
La primera directora del servicio fue Ana Raquel Mujica y le siguieron María Elena Van Becelaere, Hugo Adrián Ramallo y en la actualidad Yanet Lilo.
Los miembros de esa primera comisión fundadora, con algunas variantes, se constituyeron en Junta Administradora por requerimiento oficial y muchos años después se transformó en Asociación Cooperadora, siempre con la tarea fundamental de administrar y rendir los fondos enviados por servicios alimentarios además de realizar otras actividades en beneficio de la institución.
Mi Casa contó con el apoyo de las distintas gestiones de la Municipalidad. Ya desde los primeros movimientos para su creación, durante la intendencia de Ernesto Illia, aportando combustible para su transporte, servicios de auxilios y mantenimiento en el corralón y trasladando personal de planta municipal para desarrollar tareas de chofer del centro asistencial.
Aquí cabe apuntar que el primer municipal-chofer fue Normando Nóbili, reconocido músico pergaminense quien además donó su colectivo (que usaba para su orquesta) para el traslado de los niños. A su jubilación le sucedió otro empleado municipal: Bernabé Salinas quien se desempeñó hasta su jubilación que coincidió con la cancelación de ese servicio escolar por diversas razones en 2007.
La casona de calle Florida, con el transcurso del tiempo se fue modificando para poder atender las necesidades del servicio. Así fue que se construyeron salas para jardín de infantes y para talleres, se cerró un gran patio para utilizarlo como comedor.
Pero de esta forma fue perdiendo espacio para recreación de los niños y tanto es así que, en la década del noventa ya surgió la necesidad de un nuevo edificio.
Tras intensas y agotadoras gestiones, el 23 de mayo de 2006 (hace 10 años) se inauguraba la nueva y excelente sede en pleno barrio John Kennedy, merced a terrenos donados y lindante con la Sala Médica de la Municipalidad.
El Centro Educativo Complementario Nº 801, nueva denominación dada por las autoridades provinciales a estos servicios, siempre colaboró con otras instituciones locales a través de cursos y talleres, entre otras cosas. Allí ensayó durante muchos años el Coro Municipal de Niños y Jóvenes y alojó a varias agrupaciones corales para recepción de visitantes a los conciertos.
También desarrolló una intensa tarea durante la inundación de 1995 dando alojamiento y alimento a muchísimas familias.
Fue la primera sede del Conservatorio Provincial de Música tras su creación. Luego, ya en el barrio John Kennedy, alojó a cursos de adultos dependientes de esa rama, y luego le dio espacio a un Jardín de Infantes, hasta tanto pueda lograrse el nuevo edificio para el barrio.
Actualmente también tiene espacio la Orquesta Infanto Juvenil Kennedy.
Varias actividades
Los niños que concurren al CEC Nº 801 realizan tareas de apoyo pedagógico pues las docentes refuerzan lo escolar de manera de garantizar la continuidad. Allí desayunan, almuerzan y meriendan según el turno y además cuentan con actividades especiales, artísticas y de Educación Física.
Hay un Equipo de Orientación Psicopedagógico y un muy buen plantel de cocineras, porteras y ayudantes de cocina.
La parte alimentaria es sustentada por el Servicio Alimentario Escolar (SAE) de la Provincia y que administra el Consejo Escolar.
En la faz directiva y docente, la planta cuenta con directora, vicedirectora, secretaria, maestras de grupos, maestras jardineras, preceptoras, docentes de Educación Física y personal de gabinete psicopedagógico.
Durante las vacaciones los niños acceden a los programas de la Dirección General de Cultura y Educación y disfrutan de actividades en clubes de la ciudad (Escuelas Abiertas en Verano).
Mi Casita es el nombre de la canción que representa al CEC, cuya letra pertenece a las primeras docentes y su música es la resultante de un concurso realizado a mediados de 1990 que ganó el músico y compositor pergaminense Mario Berrondo.
El edificio de calle Florida pudo venderse dado que nunca había sido traspasado o donado a la cartera educativa y con lo obtenido se compraron cuatro terrenos aledaños al nuevo edificio del John Kennedy, duplicando la superficie del establecimiento. Allí también pudo construirse un espacio deportivo con una pileta de natación de 8 x 15 pero cuyo funcionamiento tuvo muchísimas complicaciones burocráticas tanto locales como provinciales. Lamentablemente hoy está en desuso y cabe apuntar que fue la idea que los niños tuvieran actividad acuática a partir de noviembre y hasta marzo (si el clima lo permitía) y no solamente a partir de los planes provinciales que tienen un mes de duración.
Por último cabe destacar que existen más de 130 CEC en la provincia y tres en nuestro partido.