Silvio Garbolino fue intendente por el radicalismo, cayó detenido por estafas y falsificación, y reapareció como candidato de La Libertad Avanza.
Silvio Garbolino intendente de Melincué
LAOPINIONMelincué, la localidad santafesina, acaba de vivir una escena política que parece sacada de una serie de ficción. Silvio Garbolino, un viejo conocido del pueblo, será nuevamente presidente comunal. Lo fue por la UCR, renunció en medio de un escándalo por presuntas estafas.
Volvió con el sello de La Libertad Avanza, tras haber sido detenido e imputado por fraude. Fue liberado días antes de las elecciones y ganó por apenas 17 votos.
En enero de este año, Garbolino dejó su cargo como jefe comunal tras denuncias por administración fraudulenta y falsificación de documentos públicos. La causa más grave lo vincula con el uso de cheques en blanco entregados por un comerciante, que luego fueron usados como garantía de un crédito por casi 90 millones de pesos a nombre de una mutual que él mismo gerenciaba.
El fiscal Mauro Menéndez ordenó su detención a diez días de las elecciones. Pero el miércoles previo a los comicios, una jueza le otorgó la libertad bajo fianza, con su abogado como garante. No llegó a votar estando preso, pero tampoco tuvo campaña: fue liberado apenas cuatro días antes de la votación.
Ya en libertad, Silvio Garbolino se presentó como candidato de La Libertad Avanza. El domingo 16 de junio, obtuvo 699 votos (50,62%) frente a los 682 (49,38%) que logró Yamila Galisso, postulante de Unidos para Cambiar Santa Fe. El margen fue de apenas 17 sufragios, suficientes para darle nuevamente el mando en la comuna.
La victoria fue sorpresiva. Desde LLA denunciaron una supuesta “persecución política”, pero el fiscal fue claro: “Actué en base a pruebas, no a intereses partidarios”.
Con el escrutinio definitivo ya realizado, Garbolino volverá a asumir formalmente el cargo que dejó hace apenas seis meses, pero ahora con causas penales abiertas. De radical a libertario, de jefe comunal a detenido, y de allí otra vez al poder, su recorrido retrata la capacidad de supervivencia política incluso en medio de escándalos judiciales.
La historia de Melincué es hoy noticia nacional. No solo por la elección ajustada, sino por el fenómeno que representa: un dirigente bajo sospecha que logra, con el aval de las urnas, regresar al lugar desde donde —según la Justicia— se cometieron los delitos por los que aún deberá responder.