El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió días atrás que la demanda en los hospitales públicos de la provincia creció un 20% como consecuencia de la imposibilidad de muchas familias de pagar una prepaga o sostener los copagos de las obras sociales. Pergamino no escapa a este escenario.
“No somos ajenos a esa realidad. Hay cada vez más pacientes que concurren al hospital por razones varias. Sabemos que muchos no tienen obra social, y otros se quedaron sin cobertura o no pueden afrontar la diferencia que les cobran en el sector privado y vienen al hospital”, explicó la directora del Hospital San José, Sylvia García.
Aumento constante
El impacto se siente especialmente en la internación. Según detalló García: “En internación de adultos no bajamos del 80% de ocupación, incluso en los períodos de verano, cuando en otros momentos la ocupación era del 40 o 50%. Hoy no bajamos ese número”.
La directora remarcó que la situación local tiene particularidades. “Pergamino tiene una realidad en salud que no se repite en todas las ciudades: acá contamos con el hospital y una clínica privada que da respuesta importante, pero nada más. Es muy poco”, advirtió.
Guardias al límite
La Guardia del Hospital San José también refleja el incremento de consultas, lo que obligó a reorganizar la atención con un sistema de triage por colores, que permite distinguir la urgencia de cada caso.
“En la guardia se sumaron dos profesionales que atienden en el consultorio externo del hospital, en el hall central, y que cubren toda la demanda de códigos verdes. Era imposible que el personal de guardia, abocado a la urgencia y la emergencia, atendiera también los casos leves”, explicó García.
De este modo, quienes llegan con situaciones de baja complejidad son derivados a consultorios externos y, según la disponibilidad, reciben un turno para el mismo día o el siguiente. “Esto nos permitió descongestionar la guardia, que estaba saturada”, puntualizó.
La reorganización también llegó al sector pediátrico, aunque con horarios diferenciados.
“En pediatría tenemos implementado el sistema de códigos verdes hasta las 4 de la tarde. En adultos es hasta las 8 de la noche. Si bien en pediatría tenemos muchas consultas, nunca son los números que se registran en adultos”, indicó la directora.
Además, durante los meses de invierno funciona el IRAB (Infecciones Respiratorias Agudas Bajas), un consultorio exclusivo para atender patologías respiratorias en niños. “Está abierto de 17:00 a 21:00, con médico, enfermería y kinesiólogo, lo que también ayuda a descongestionar la guardia”, señaló García.
Internaciones al máximo
El hospital trabaja al límite de su capacidad y, en algunos casos, debe recurrir a soluciones de emergencia.
“En general todos los servicios están llenos. A veces se interna a pacientes en otros servicios, o se usa alguna cama de maternidad para un adulto que necesita internación, y después se lo pasa al área correspondiente. Vamos piloteando la situación con lo que tenemos”, explicó la directora.
Tecnología y turnos online
La implementación de la tecnología aplicada a la gestión de turnos permitió mejorar la organización, aunque la demanda elevada genera demoras que preocupan a los usuarios.
“Por supuesto que hay quejas sobre todo en cuanto a la respuesta. El volumen es mucho y a veces no es inmediata. Pero tenemos una oficina de turnos que todos los días deja en cero los pedidos”, aseguró García.
La directora recordó cómo funcionaba el sistema años atrás: “Venimos de sacar turnos haciendo cola a las cuatro de la mañana, donde había gente que se dedicaba a vender turnos. Hoy el sistema es mucho más amigable: se puede sacar desde la casa, a través del link que figura en el Instagram del hospital”.
La cuenta oficial es @hospital_sanjosepergaminook donde se actualiza la información sobre turnos y servicios.
Un sistema bajo presión
El aumento sostenido de la demanda pone al sistema de salud público de Pergamino en una situación desafiante. El Hospital San José, que es la institución de referencia en la ciudad y la región, debe dar respuesta con una presión creciente.
“A veces no se llega en los tiempos que el usuario quisiera, pero tratamos de cubrir toda la demanda con lo que tenemos”, resumió García.
En este contexto, la crisis económica no solo golpea los bolsillos de las familias, sino que también satura al sistema de salud público, que se convierte en el único refugio posible para miles de pergaminenses que no pueden sostener una cobertura privada.