La investigación por la muerte de Didier Podestá Deleglise, el joven de 23 años fallecido en Baradero, registró avances clave tras conocerse el resultado preliminar de la autopsia. El informe forense y nuevas pruebas incorporadas a la causa modificaron el escenario inicial y reorientaron el foco hacia eventuales responsabilidades previas a su muerte.
Qué determinó la autopsia preliminar
Según confirmó el secretario de Seguridad de Baradero, Gabriel Fontanari, el informe preliminar de la autopsia estableció que Didier murió a causa de un paro cardiorrespiratorio provocado por la ingesta de sustancias. Este resultado descarta, al menos en esta etapa, que el fallecimiento haya sido consecuencia directa de una agresión física.
La conclusión forense generó un giro en la causa, que en un primer momento había puesto bajo sospecha una posible participación de efectivos policiales, luego de que el joven regresara al hospital con golpes visibles tras haberse retirado sin el alta médica.
Videos y testimonios: el nuevo foco de la investigación
En paralelo al resultado de la autopsia, la fiscalía incorporó nuevas declaraciones testimoniales y material fílmico de cámaras de seguridad. De acuerdo a Fontanari, los registros audiovisuales indicarían que “ni la policía ni terceros lo golpearon”, aunque el análisis de las pruebas continúa en curso.
Desde el Municipio aseguraron haber intervenido desde el inicio del caso para garantizar transparencia en la investigación, mientras la causa permanece abierta a la espera del informe final de la autopsia y la evaluación integral de todos los elementos reunidos.
La denuncia del abogado de la familia y las posibles responsabilidades
Dante Morini, abogado de la familia de Didier, sostuvo que el joven no se fugó del hospital, sino que le permitieron retirarse pese a su estado de intoxicación. Según explicó, una oficial lo acompañó hasta la salida y le abrió el portón, lo que demostraría que su salida fue autorizada.
El letrado afirmó que Didier ingresó dos veces al hospital el mismo día y que, tras el primer ingreso, no recibió la contención médica necesaria. Si bien reconoció que no hay pruebas de una agresión directa, advirtió sobre una posible negligencia médica y un eventual incumplimiento de los deberes de funcionario público, hipótesis que ahora concentran el eje de la investigación.