"Zapatillas de amor" se constituye como un proyecto del grupo Creer, una organización conformada para ayudar a las personas más vulnerables.
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"Zapatillas de amor" se constituye como un proyecto del grupo Creer, una organización conformada para ayudar a las personas más vulnerables.
La última propuesta ideada por este grupo y coordinada por el pastor Marcos Cuzzolino, tiene como objetivo premiar el esfuerzo de los estudiantes con mejores promedios educativos y respaldar la reinserción escolar en todos los niveles.
Entre los argumentos del proyecto se destaca que uno de los elementos imprescindibles que necesita cada niño, adolescente o joven, para poder asistir a los establecimientos educativos cada día y escolarizarse, es un calzado adecuado.
Es por ello, que en tiempos de pandemia, crisis económica y social como los que está atravesando nuestra sociedad, el grupo Creer lanza la iniciativa "Zapatillas de amor", un proyecto que busca brindar esperanza, premiar el mérito y valorizar el esfuerzo de quienes estudian.
Inscripción y selección
Para hacer efectiva la propuesta es que se insta a los estudiantes de los diferentes niveles a que se inscriban enviando un mensaje de WhatsApp al 2477-621694 o enviando un mensaje a través de las redes Facebook o Instagram: Marcos y Melania.
A través de este proyecto, y en trabajo mancomunado de voluntarios, establecimientos educativos y distintas organizaciones, se estarán seleccionando 100 estudiantes, de los distintos niveles de educativos, para obsequiarles un par de zapatillas nuevas, premiando así su esfuerzo en pos de un mejor futuro.
Contexto social
Unicef Argentina, presentó presento una nueva estimación de la pobreza infantil en el país y adelantó los resultados de la segunda encuesta nacional de impacto del Covid-19 en familias con niñas, niños y adolescentes. Las nuevas estimaciones del organismo alertan que, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad chicas y chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones.
La segunda encuesta nacional genera datos actualizados sobre la ocupación de los jefes y jefas de hogar, el acceso a alimentos y la percepción de programas de transferencias sociales.
Las nuevas proyecciones alertan que, en diciembre de este año, el porcentaje de niños y niñas pobres alcanzaría el 62,9 por ciento.
La encuesta Unicef muestra que, más allá de la apertura de actividades, de la flexibilización de la cuarentena en parte del país y del programa de asistencia al trabajo y a la producción, hay 2,6 millones de hogares que tienen sus ingresos laborales reducidos. Es el 45 por ciento del total de los hogares encuestados.
Realidad educativa
Una de las mayores preocupaciones del ámbito educativo, luego que la irrupción de la pandemia por Covid-19 trastocara la escolaridad de millones de estudiantes, es cuánto se puede agravar el fenómeno de la deserción escolar, especialmente en el nivel medio, que ya es un problema de larga data.
Preocupación que se ve validada por dos datos alarmantes: solo el 29 por ciento de
los jóvenes que ingresan al primer año del secundario egresan sin problemas en sus trayectorias educativas en el tiempo pautado, cinco (o seis) años después, y un millón de estudiantes tuvieron contacto nulo o escaso con sus escuelas en el año 2020.
La profundización de la crisis ya imperante en el país obliga a revisar también el impacto de los vaivenes del ciclo económico en la decisión de desertar
Por qué zapatillas
Dentro de las escuelas, informan que las zapatillas para los estudiantes se encuentran entre las necesidades más básicas a cubrir.
Debido a la falta de zapatos, las enfermedades se transmiten a través del suelo contaminado e infectan a las personas a través de sus pies. Este escenario a menudo impide que los adultos puedan trabajar, impide que los niños vayan a la escuela y limita la movilidad y las oportunidades.
Más de 1.500 millones de personas están infectadas con enfermedades parasitarias transmitidas a través del suelo contaminado que podrían prevenirse usando calzado adecuado.
Reflexión y compromiso
"Los datos nos hablan por sí solos, es urgente ayudar, este es el momento de ponerse al lado de la sociedad y no dejarla huérfana, intentando que las heridas que se están produciendo por la crisis económica en la gente, no dejen cicatrices permanentes, especialmente en los niños y jóvenes. Entendemos, que los que estudian y se esfuerzan, son el motor del progreso en nuestra sociedad, están sembrando para el futuro, esos niños y jóvenes deben ser premiados, tenidos en cuenta, respaldados; es necesario volver a alentar el progreso en nuestra sociedad; el hecho concreto de brindarles zapatillas nuevas para ir a estudiar no es simplemente un regalo al pasar, es en realidad un compromiso, un premio al merito y al sacrificio que realizan tanto ellos, como sus padres, para que estudien, avancen en la vida y lleguen más alto", reflexionaba así Marcos Cuzzolino, director general del proyecto "Zapatillas de amor".