Una investigación conjunta de las fiscalías de Francisco Furnari y Juan Tomás Godoy permitió identificar a dos mujeres como principales responsables de la venta de cocaína al menudeo en sus propias viviendas del barrio 12 de Octubre. En los allanamientos, la Policía de Drogas Ilícitas secuestró más de 300 dosis listas para su comercialización y detuvo a cinco personas.
Investigación de la Fiscalía y la Policía
La investigación judicial que desde comienzos de año venía desarrollando la Fiscalía N° 2, a cargo del fiscal Francisco Furnari, junto a la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas Pergamino, derivó en el descubrimiento de un entramado criminal de narcomenudeo liderado por mujeres. Según se desprende del expediente, la instrucción logró individualizar los roles de la organización y establecer que las jefas del grupo eran vecinas del mismo sector del barrio 12 de Octubre, donde utilizaban sus propias residencias familiares como puntos de venta de cocaína y centros de acopio.
El caso se remonta a enero de este año, cuando la Fiscalía de Furnari comenzó a recibir denuncias anónimas de vecinos que advertían movimientos compatibles con la comercialización de drogas en una vivienda de calle Falucho al 900. A partir de esas primeras referencias, el fiscal impartió directivas precisas al área especializada de Drogas Ilícitas para verificar la información. Los agentes desplegaron tareas de observación y seguimiento que permitieron identificar a la principal investigada, una mujer de 50 años, quien –de acuerdo con las pruebas reunidas– mantenía una relación de cooperación con una joven de 24 años que residía justo enfrente.
Durante los meses siguientes, los investigadores documentaron mediante registros fílmicos y otras técnicas de campo un constante flujo de personas que llegaban y se retiraban de las viviendas con breves permanencias, típico de los puntos de narcomenudeo. Esa situación había generado creciente malestar entre los vecinos del barrio, que se veían expuestos a episodios de inseguridad vinculados con el consumo y la venta de estupefacientes.
Además de los dos domicilios señalados, la pesquisa detectó una tercera construcción utilizada presuntamente para ocultar la droga y resguardar el dinero obtenido de la comercialización. Frente al cúmulo de pruebas, en el tramo final de la instrucción intervino el fiscal Juan Tomás Godoy –actual titular de la Fiscalía N° 9 y responsable de la Oficina de Estupefacientes–, quien coordinó junto a Furnari la etapa operativa que culminó con los allanamientos del jueves pasado.
Las órdenes fueron otorgadas por el Juzgado de Garantías N° 2, a cargo del juez Julio Caturla. Dada la complejidad del barrio y el antecedente de situaciones de resistencia en procedimientos anteriores, el comisario mayor Juan Pablo Tejedor, jefe de la delegación local, diagramó un operativo con apoyo del destacamento de Infantería de Pergamino y de la delegación de Drogas Ilícitas de Trenque Lauquen, que actuaron como refuerzo en los accesos y alrededores de los objetivos.
Cuando los equipos ingresaron simultáneamente a los tres domicilios, hallaron a ambas mujeres reunidas en la vivienda principal y a tres hombres jóvenes dentro de la otra propiedad vinculada a la investigación. En total, se incautaron más de 300 dosis de cocaína fraccionadas y listas para la venta, junto a teléfonos celulares, balanzas de precisión, elementos de corte y dinero en efectivo, todo lo cual refuerza la hipótesis fiscal sobre el funcionamiento de una red de narcomenudeo organizada y sostenida en el ámbito barrial.
De acuerdo con fuentes judiciales, el liderazgo femenino en este tipo de estructuras criminales ha sido una característica creciente en los últimos años, especialmente en zonas periféricas donde las mujeres asumen la conducción de los puntos de venta familiares mientras otros integrantes de su entorno cumplen roles secundarios en la distribución o vigilancia.
Con el resultado del operativo, el fiscal Juan Tomás Godoy dispuso la aprehensión de las dos mujeres y de los tres varones presentes, quienes fueron trasladados a la sede de la Fiscalía N° 9, donde serán indagados por los delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y comercialización de estupefacientes.
Las autoridades judiciales no descartan nuevas detenciones en el marco de una investigación que puso en evidencia cómo las redes de narcomenudeo logran adaptarse y sostener su actividad bajo modalidades domésticas que aprovechan la cercanía vecinal y la informalidad del entorno para disimular el negocio ilícito.