El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Pergamino cerró este martes la etapa de debate en el juicio contra Franco Esteban Calabrese, acusado de haber agredido brutalmente a su hija menor de edad durante un episodio de violencia doméstica ocurrido en su vivienda.
En los alegatos finales, las partes expusieron posiciones enfrentadas: para la Fiscalía, se trató de un intento de homicidio agravado por el vínculo, mientras que la defensa sostuvo que los hechos sólo encuadran en lesiones leves.
El debate, desarrollado ante los jueces Marcela Santoro, Guillermo Burrone y Carlos Picco, concluyó con la presentación de los alegatos y la confirmación de que el veredicto se dará a conocer el lunes 17 de noviembre al mediodía.
Durante su exposición, el fiscal Germán Guidi solicitó que el acusado sea condenado a cinco años de prisión de cumplimiento efectivo, al considerar acreditado que la agresión representó una tentativa de homicidio, aunque mediaron —según su criterio— circunstancias extraordinarias de atenuación que justifican una reducción sustancial de la pena.
“Consideré que se trató de un hecho gravísimo, pero dentro de un contexto doméstico en el que hay una culpabilidad disminuida”, expresó Guidi. “El Código Penal permite, en estos casos, reducir la escala a la mitad del mínimo previsto para el homicidio simple en grado de tentativa. Por eso solicité cinco años de prisión”.
La acusación describió una escena de violencia en la que el padre, tras reprender a su hija, habría perdido el control y la golpeó con una intensidad que puso en riesgo su vida. Según la investigación, la menor fue asistida por su madre y trasladada al hospital con lesiones que, de no haber mediado intervención oportuna, podrían haber tenido consecuencias fatales.
Por su parte, la defensa técnica de Calabrese cuestionó la interpretación del Ministerio Público Fiscal y pidió la recalificación legal a lesiones leves agravadas por el vínculo, sosteniendo que nunca existió intención homicida ni un accionar dirigido a quitar la vida de la niña. En forma subsidiaria, solicitó que, en caso de aplicarse la calificación fiscal, se imponga el mínimo de la pena, argumentando que su cliente actuó en un contexto emocional desbordado y sin plena conciencia de la magnitud de sus actos.
Durante la audiencia de este martes también declararon dos vecinos de la familia que presenciaron parte de los hechos y tres profesionales convocados por la fiscalía: dos psicólogas y un asistente social. Los peritos coincidieron en que la niña presenta secuelas emocionales compatibles con una situación de violencia intrafamiliar, aunque no de daño físico permanente.
El acusado, que actualmente permanece bajo arresto domiciliario, escuchó los alegatos en silencio y se retiró escoltado tras el cierre del debate. El fiscal solicitó que esa modalidad de detención se mantenga vigente hasta que el fallo quede firme.
El caso generó un profundo impacto en la comunidad por tratarse de un hecho ocurrido en el ámbito familiar, donde la víctima es una menor y el imputado su propio padre. Ahora, el tribunal presidido por Santoro deberá resolver si los hechos merecen un reproche penal con condena efectiva o si se trata, como plantea la defensa, de un exceso sin intención homicida.
El veredicto se dará a conocer el lunes 17 de noviembre, cuando los jueces expresen si consideran que el accionar de Calabrese configura un delito de lesiones o una tentativa de homicidio agravado por el vínculo.