martes 04 de noviembre de 2025

2026: un año sin urnas pero con vértigo político en Pergamino

Aunque formalmente el 2026 no será un año electoral, en Pergamino nadie duda de que tendrá un ritmo político tan intenso como los años de campaña.

2 de noviembre de 2025 - 07:02

El panorama electoral que dejaron las legislativas nacionales y provinciales perfila un escenario de intensa actividad política en Pergamino, pese a que no habrá elecciones. Todos los sectores ya se mueven en clave de 2027, cuando se definirán los poderes ejecutivos en los tres niveles.

Aunque formalmente el 2026 no será un año electoral, en Pergamino nadie duda de que tendrá un ritmo político tan intenso como los años de campaña. Los resultados de los comicios del pasado domingo -para diputados nacionales- y los que se registraron el 7 de septiembre -cuando se votó para concejales y diputados provinciales- dejaron un mapa que todos los espacios comienzan a leer en clave de futuro.

La Libertad Avanza, el espacio que a nivel nacional encabeza el presidente Javier Milei, obtuvo en Pergamino un contundente 51,29 % de los votos, imponiéndose de manera clara sobre Fuerza Patria, que alcanzó el 31,70 %. En la elección de septiembre, la diferencia había sido similar: el oficialismo local (Hechos) y el espacio liberal habían reunido más de la mitad del electorado, mientras el kirchnerismo-peronismo se mantenía en torno a un tercio del total.

Esa repetición de porcentajes -dos elecciones distintas, con casi idéntico resultado- confirma una tendencia que comienza a consolidarse: en Pergamino, el voto peronista mantiene un núcleo firme pero sin capacidad de expansión visible, mientras que los sectores de centro-derecha y liberales, si confluyeran, podrían alcanzar una hegemonía difícil de disputar.

Un tablero que ya se mueve en Pergamino

La política local, que suele tener su propio pulso, no está al margen de las corrientes que atraviesan la provincia y el país. Si bien 2026 no tendrá urnas, será un año de reacomodamientos, ensayos y posicionamientos. Los dirigentes hablarán poco de candidaturas pero actuarán como si la campaña hubiese comenzado. Se trata, en definitiva, de un año de clasificación, como en el automovilismo: cada uno buscará su mejor tiempo para la grilla de largada de 2027.

En ese horizonte, asoma un tema que aún no se discute abiertamente pero que podría alterar de manera profunda el escenario bonaerense: la posibilidad de una revisión de la norma que limita las reelecciones indefinidas de intendentes. Ya ocurrió antes: cuando algunos jefes comunales del conurbano vieron peligrar sus distritos, impulsaron modificaciones que les permitieron competir nuevamente. Si esa presión volviera a aparecer, el intendente Javier Martínez podría quedar habilitado para postularse a un cuarto mandato, más allá de que haya expresado que su ciclo político concluirá al término de este período.

Ese solo hecho modificaría el tablero local: no es lo mismo que todos los aspirantes partan desde el llano, que hacerlo frente a quien conserva el poder y la estructura del Municipio. La eventual habilitación de Martínez -aunque solo sea una posibilidad- actúa como una carta sobre la mesa que todos observan con atención, porque su decisión condicionará el movimiento de las demás piezas.

El desafío de la oposición

Del otro lado, el peronismo-kirchnerismo pergaminense enfrenta un desafío estructural: romper el techo del 30 % que parece haberse consolidado. Sin un crecimiento sostenido o la incorporación de nuevos actores, las aspiraciones de recuperar el gobierno municipal se complican. La reiteración del mismo caudal de votos en dos turnos consecutivos marca una frontera difícil de atravesar sin renovación ni amplitud.

A la vez, las fuerzas que representan al oficialismo local y a los libertarios tienen su propio dilema: cómo articular una eventual convergencia sin diluir identidades ni proyectos. En la provincia y en la Nación, los acercamientos entre sectores de Juntos y La Libertad Avanza son cada vez más visibles; si esa lógica se replica en Pergamino, el resultado podría ser un espacio con mayoría clara, pero con tensiones internas por el liderazgo y la orientación política.

Un año de movimientos rápidos

En este contexto, 2026 se perfila como un año de aceleración política, aun sin elecciones. Habrá movimientos, alianzas, distancias calculadas y gestos de acercamiento. Cada decisión será leída como un ensayo de futuro. La gestión municipal buscará cerrar obras y consolidar su legado, mientras la oposición trabajará en ampliar su representación y encontrar un discurso que vuelva a conectar con los sectores medios.

Los equipos técnicos, las agrupaciones juveniles, los movimientos sociales y los espacios emergentes también buscarán su lugar. Todos entienden que 2027 será el año que redefina o consoliden los liderazgos en los tres niveles de poder: municipal, provincial y nacional.

Una carrera que ya empezó

En definitiva, aunque el calendario electoral indique lo contrario, Pergamino ya ingresó en la previa política de 2027. Cada espacio se moverá con la lógica de las “vueltas de clasificación”: rápido, preciso y sin margen para el error. Las encuestas, los acuerdos y los gestos públicos serán parte de un mismo juego.

Y mientras los votantes observan, el tablero se reacomoda. Porque aun sin urnas a la vista, el pulso político ya se siente. Y 2026, lejos de ser un año de pausa, será -como suele ocurrir en la política- el año en que todo empiece a definirse.

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