A solo 100 kilómetros de Bahía Blanca, y dentro del partido de Tornquist, se encuentra Saldungaray, un pueblo que conjuga legado histórico, turismo rural y un patrimonio arquitectónico singular. Con apenas 1.300 habitantes, esta localidad enclavada en el sistema de Sierras de Ventana es considerada una rareza arquitectónica y fue seleccionada por la Argentina para participar en el programa Best Tourism Villages de la ONU, que premia a los pueblos rurales que conservan su identidad y promueven el desarrollo sostenible.
La historia de Saldungaray
Los orígenes de Saldungaray se remontan a comienzos del siglo XIX, cuando se fundó un fortín militar destinado a proteger a los primeros estancieros de la región. Aún hoy puede visitarse una reconstrucción de ese puesto, conocido como Fortín Pavón, que es uno de los puntos más relevantes del circuito histórico local.
Sin embargo, lo que da una identidad visual única al pueblo es el trabajo del arquitecto Francisco Salamone, quien dejó aquí una serie de obras monumentales que combinan modernismo, art decó y funcionalidad pública. El Centro de Interpretación Salamone permite conocer más sobre su estilo y su influencia en la arquitectura del interior bonaerense.
Sabores locales y productos artesanales
La propuesta gastronómica de Saldungaray también conecta con su identidad rural. Se destacan los productos lácteos provenientes de tambos familiares, los vinos artesanales de emprendimientos locales y platos caseros que recuperan recetas tradicionales.