lunes 16 de junio de 2025

El Ceat de Pergamino honra la infancia con el nombre de María Elena Walsh

En un acto colmado de emoción, música y comunidad, el Ceat Nº 1 dejó atrás el número para convertirse en palabra viva.

31 de mayo de 2025 - 16:17

El mediodía del viernes en Pergamino fue distinto. El sol parecía estar de acuerdo con lo que iba a suceder. La entrada del Centro de Atención Temprana para el Desarrollo de las Infancias Nº 1 (Ceatdi Nº 1) se llenó de colores, de abrazos, de lágrimas y de canciones. Allí se vivió un acto cargado de emoción: la imposición del nombre “María Elena Walsh” a la institución en la que numerosas profesionales tratan, de manera temprana, aquellos registros de dificultades del desarrollo que se adviertan en un niño de entre 45 días y tres años.

Fue una jornada para recordar. Banderas de ceremonia de distintas escuelas de educación especial —la 502, la 503, el CFI, el Ceat, Santa Clara, Los Buenos Hijos— abrieron el acto con solemnidad. Luego vino el Himno Nacional Argentino, cantado con el corazón por un público donde se mezclaban generaciones: educadores, autoridades, familias que pasaron por el Ceat y otras que hoy continúan confiando en ese espacio para acompañar el desarrollo de sus hijos.

Acto nombre Ceat.jpg

Un Ceat con identidad

“Hoy es un día de celebración y de profunda emoción para todos y todas quienes formamos parte de esta institución educativa”, comenzó diciendo Romina Enríquez, directora del Ceat, en un discurso que combinó gratitud, compromiso y una visión poética de lo que significa educar.

“Nombrar una escuela es un acto simbólico de gran relevancia. Es elegir una identidad, un legado, una inspiración. A partir de hoy dejamos de ser solo un número para convertirnos en palabra, en poesía, en canción”.

Enríquez recordó la figura de María Elena Walsh como una “sembradora de imaginación, una defensora de los derechos, una voz que habló de libertad en tiempos difíciles”, y expresó que elegir su nombre es “creer en una escuela que cante, que ría, que enseñe desde el amor y que abrace la diversidad”.

La experiencia del Ceat en carne propia

A su turno, los padres de León, un niño que egresó del CEAT en 2023, pusieron en palabras lo que muchos sentían. Conmovidos, compartieron su historia familiar.

“Llegamos a esta institución en un momento difícil, con miedos, dudas y muchas preguntas. Pero acá encontramos algo invaluable: contención, orientación y escucha”, dijeron Patricia y Claudio, los papás de León.

“Aquí nos enseñaron que un diagnóstico no es un límite, sino una guía. Celebramos con emoción este nombre, que representa todo lo que es esta casa: compromiso, calidez, empatía y entrega”.

Frente Ceat.jpg

Reafirmación de sentido

La emoción era palpable. No era un acto más. No era una formalidad. Era una reafirmación de sentido. Y así lo destacó Vanina González, de la Dirección bonaerense de Educación Especial, quien subrayó que la elección de María Elena Walsh “no es menor”, especialmente en este momento de transformación de las escuelas de educación temprana en la provincia.

“Que una escuela de la provincia lleve el nombre de una autora que repartió cultura a las primeras infancias es parte de ese proceso. Estamos agradecidos de ser parte de este festejo”, expresó.

Nombrar una escuela es un acto simbólico de gran relevancia. Es elegir una identidad, un legado, una inspiración. A partir de hoy dejamos de ser solo un número para convertirnos en palabra, en poesía, en canción. Nombrar una escuela es un acto simbólico de gran relevancia. Es elegir una identidad, un legado, una inspiración. A partir de hoy dejamos de ser solo un número para convertirnos en palabra, en poesía, en canción.

Obstáculos que son oportunidades

La última palabra fue de la subsecretaria de Educación del Municipio de Pergamino, que emocionó al público al recordar que ella misma dio sus primeros pasos como psicopedagoga en el Ceat.

“Me siento parte de este hermoso equipo de trabajo. En este lugar se aprende desde muy pequeñitos. Es un espacio donde jugar abre el juego a la vida, donde los obstáculos se convierten en oportunidades”, dijo, visiblemente conmovida.

“Sin calidez humana, las instituciones educativas pierden sentido. Pergamino está orgulloso del CEAT y de quienes lo hacen posible cada día”.

Descubrimiento de placas

El punto más alto del acto llegó con el descubrimiento de la placa en la entrada del edificio y de un cartel en el predio que ya no dejan dudas: desde ahora, el Ceat Nº 1 lleva el nombre de una figura entrañable de la cultura nacional: “María Elena Walsh”.

Como broche de oro, el profesor Juan Carlos Migliaro y su coro pusieron música a la alegría. Canciones infantiles, coreadas por los chicos presentes, le dieron al acto un cierre perfecto: festivo, luminoso, con el espíritu de María Elena danzando entre las voces.

Un espacio con nombre propio

Lo que ocurrió en Pergamino fue mucho más que un acto escolar. Fue una declaración de principios. Fue una comunidad diciendo en voz alta que el derecho a la infancia, a la educación con ternura, a la inclusión y al juego no son negociables. Que educar, cuando se hace con amor y compromiso, puede cambiar vidas. Y que, desde ahora, ese lugar donde tantos niños y niñas dan sus primeros pasos lleva un nombre que no solo canta, también abraza: María Elena Walsh.

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Las Más Leídas

Te Puede Interesar