martes 02 de septiembre de 2025

Semillitas de Ilusiones de Pergamino: más de una década sembrando valores y contención

Desde hace 11 años, el comedor Semillitas de Ilusiones, abre sus puertas cada sábado en el barrio Hernández para brindar mucho más que un plato de comida.

31 de agosto de 2025 - 07:06

La historia de Semillitas de Ilusiones comenzó hace más de una década en el barrio Hernández de Pergamino, cuando una vecina prestó su casa para poner en marcha un lugar donde los niños pudieran recibir un plato de comida los fines de semana.

“Siempre trabajé en este barrio, soy empleada municipal y veía las necesidades, sobre todo los días sábados, porque de lunes a viernes los chicos iban al centro comunitario y ahí tenían garantizada la comida, pero el fin de semana no. Por eso nació la idea de hacer algo los sábados, y en un primer momento también los domingos”, recordó Rosana.

Con el tiempo, el proyecto se consolidó y hoy tiene su sede en la Capilla Laura Vicuña, donde cada sábado a partir de las 9:30 se preparan los alimentos y se reciben a los niños hasta las 15:00.

Mucho más que un comedor en barrio Hernández

En Semillitas de Ilusiones, el plato de comida es apenas la puerta de entrada a un trabajo integral. “No se trata solo de darles de comer, sino de transmitir hábitos y valores. Antes de compartir la comida rezamos, agradecemos, nos lavamos las manos, comemos sin celulares ni gorras y hablamos entre nosotros. Después jugamos, porque a través del juego también se construye comunidad”, explicó Rosana.

El espacio está abierto a las familias, aunque las limitaciones de insumos impiden ampliar la asistencia. Sin embargo, los vínculos con las madres y padres de los niños se sostienen durante la semana a través de un seguimiento personalizado. “Sabemos de qué familia se trata, hablamos con las mamás y los papás. No es solo asistencia alimentaria, es un trabajo comunitario y solidario que hacemos todos desde el corazón, porque nadie cobra por lo que hace”, remarcó.

Viandas, roperito y acompañamiento

La labor del comedor se refuerza en los meses de invierno con la entrega de viandas nocturnas los días jueves. Este año, en dos meses y medio se entregaron 1.600 viandas a familias del barrio Hernández y del barrio Kennedy, gracias a donaciones del Municipio.

A la asistencia alimentaria se suma un roperito comunitario, disponible durante todo el año y reforzado en invierno con frazadas y abrigo. Además, los jueves por la tarde funciona el Programa Barrial Acompañar, con visitas a familias donde hay situaciones de consumo problemático. “Acompañamos a las mamás, les damos un espacio de escucha y orientación, porque la contención va mucho más allá de la comida”, explicó Rosana.

Una red de solidaridad que sostiene

Cada sábado, la comida que se sirve en el comedor es posible gracias al aporte de la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio, que provee alimentos secos, carnes, verduras y garrafas. A su vez, desde hace años, la empresa Managro colabora con 10 kilos de pan y cajones de frutas semanales, además de golosinas en ocasiones especiales.

“Ellos son parte fundamental, porque cada sábado los chicos tienen fruta fresca y pan gracias a su colaboración. Este trabajo es una red de solidaridad donde todos aportan algo”, destacó Rosana.

El sueño de crecer

Hoy, el objetivo de Semillitas de Ilusiones es convertirse en una asociación civil. “Queremos que no dependa solo de mí como referente, sino que otras personas también puedan sostener esta actividad en el barrio. Es muy importante porque las puertas están abiertas y cada semana llegan mamás a contarnos que sus hijos o sobrinos atraviesan problemas de adicciones o de otra índole. Nosotros tenemos herramientas para orientarlos un poquito y no queremos que eso se pierda”, explicó Rosana con emoción.

El equipo de voluntarios está integrado por vecinos del barrio: Daniel, Leo, Cristian y Paula como cocineros, y las mamás colaboradoras Rosa, Sofía, Alejandra y Lidia. El Programa Acompañar está a cargo de Daiana, quien se ocupa del contacto con las familias en situaciones más críticas.

Sembrar futuro en comunidad

Con más de una década de trayectoria, Semillitas de Ilusiones se ha convertido en un faro de esperanza en el barrio Hernández. Allí, cada sábado, los niños encuentran un espacio donde ser escuchados, jugar, compartir y aprender valores que trascienden lo alimentario.

“Siempre decimos que nuestro lema es transmitir hábitos y valores a través del plato de comida. Queremos que los chicos aprendan a dialogar, a compartir, a resolver sin violencia. Eso es lo más importante”, concluyó Rosana Prieto.

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Las Más Leídas

Te Puede Interesar