El Gobierno argentino sumó este viernes un punto a favor en la compleja agenda comercial con Europa. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) confirmó que el Consejo y el Parlamento de Europa decidieron posponer por un año la implementación del Reglamento de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR), que debía entrar en vigencia a finales de 2025 y finalmente lo hará el 30 de diciembre de 2026.
La normativa, destinada a prohibir el ingreso de productos asociados a deforestación desde 2020, obligaría a exportadores de soja, carne, madera y derivados a acreditar trazabilidad y sustentabilidad estricta para mantener acceso al mercado europeo. Su aplicación anticipaba costos adicionales, reconfiguración de esquemas logísticos y potencial pérdida de competitividad.
Desde Agricultura, la decisión fue celebrada como “un paso en la dirección correcta”, en línea con los esfuerzos desplegados por el Gobierno para contener los impactos regulatorios y defender el acceso comercial a la UE.
Un alivio inmediato para el comercio agroexportador
“El principal hecho a destacar es que esta determinación garantiza que las exportaciones agropecuarias argentinas a la UE no estén sujetas a nuevos requisitos de naturaleza ambiental”, remarcó el comunicado oficial.
Traducido al terreno económico, significa que el país evita en el corto plazo la implementación de esquemas de trazabilidad adicionales, certificaciones complejas y auditorías extras, todos factores con costo directo sobre la operación y el precio final.
El Gobierno recordó que Argentina ha sido consistente en sus objeciones al reglamento, al que califica como unilateral, y que trabajó junto al sector exportador para demostrar que los productos nacionales presentan un bajo o despreciable riesgo de deforestación.
Con el nuevo escenario, la SAGyP confía en que el plazo adicional permitirá abrir un diálogo constructivo con la Comisión Europea y avanzar en la reclasificación del país como “bajo riesgo”, lo que reduciría exigencias y burocracia futura.
Plan de acción: más trazabilidad, pero bajo control local
El Gobierno anticipó que avanzará en planes operativos con autoridades europeas para facilitar los controles y evitar impactos negativos cuando el EUDR finalmente entre en vigencia.
Simultáneamente, seguirá fortaleciendo los esquemas de trazabilidad y certificación propios, con el objetivo de mejorar la competitividad de soja, carne y madera en Europa.
El aplazamiento del EUDR no elimina el desafío: Europa está endureciendo sus estándares ambientales y tarde o temprano los exportadores deberán adaptarse. Pero el año extra ofrece aire y tiempo para negociaciones, ajustes técnicos y construcción de narrativa internacional.
Argentina celebra el respiro, pero también reconoce la tarea pendiente: convertir la sostenibilidad en argumento comercial, no solo en requisito impuesto.