La comercialización de granos en general creció 8,5% en su promedio semanal, pero la soja lo hizo mucho más, luego de haber transcurrido un mes de la decisión del Gobierno de bajar la alícuota de derechos de exportación. Las mismas pasaron del 33% al 26% en la soja; del 31% al 24,5% en aceite y harina de la oleaginosa; del 12% al 9,5% en maíz, trigo, sorgo y cebada; y del 7% al 5,5% para semillas y aceite de girasol (del 5% al 4% para pellets de este grano).
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), si bien es cierto que no hubo un aluvión de ventas, los mejores precios que se comenzaron a pagar a partir de la rebaja impositiva hicieron, por ejemplo, que la comercialización de soja se elevara por encima del 30% en su promedio semanal.
La propuesta del Gobierno, que intentó atender el reclamo del campo y reducir el peso de las retenciones, en medio de un contexto de márgenes muy ajustados por la baja de precios internacionales, pero también buscando que los productores aumenten sus ventas para fortalecer la oferta de dólares, está teniendo el efecto deseado.
Cultivo por cultivo
Si bien este incremento no parece significativo, al analizar cada cultivo individualmente se obtienen conclusiones más interesantes.
Trigo: el volumen semanal cayó un 30% con respecto al promedio anterior a la reducción de las retenciones, de cerca de 460.000 a 320.000 toneladas. Esto se explica por el factor estacional de la cosecha. La medida fue anunciada cuando ya se habían trillado casi la totalidad de los lotes y el arribo masivo de granos al mercado ya había cesado su presión.

Maíz: tuvo un crecimiento del 13,6% en el volumen semanal promedio, pasando de 795.000 a 905.000 toneladas. A partir del gran desempeño exportador de los suministros argentinos, que han dominado el mercado internacional para los destinos en Sudamérica, norte de África, Oriente Medio y Sudeste Asiático, el cereal concentró la mayor parte de los negocios en el mercado de granos desde mediados de noviembre. El crecimiento en los volúmenes promedio del último mes se explica en mayor parte por el comienzo anticipado de la cosecha del maíz temprano por causa de la falta de lluvias en diciembre, lo que aceleró las operaciones en las últimas dos semanas, principalmente.
Soja: el volumen promedio semanal de operaciones por soja creció un 32% luego que entró en vigor la medida respecto de las 10 semanas previas, yendo de poco más de 575.000 toneladas a más de 760.000. A su vez, se incrementó la proporción de negocios con precio hecho, que saltó del 53 al 59%, como consecuencia de los precios más atractivos para los oferentes.
No todo es positivo
Sin embargo, el reporte también reconoce que el panorama negativo en materia de números para la producción agrícola hace que este impulso vendedor no tome más fuerza.
"Pese al repunte comercial, la incertidumbre en torno a los resultados productivos no deja de jugar un papel fundamental a la hora de comprometer toneladas, especialmente de la nueva campaña. En este sentido, el ritmo de compromisos con relación a la oferta doméstica estimada se encuentra prácticamente en línea con el promedio de los últimos años para maíz y soja 23/24", reconoció la BCR.

Del mismo modo, el cuadro comercial para el ciclo 2024/25 exhibe que todos los granos claves están más rezagados respecto a los últimos años, disputándose los últimos lugares con relación a las toneladas comprometidas relativas a la oferta proyectada.
"En la foto actual del cuadro comercial para la 2024/25, teniendo en cuenta el track record de los últimos nueve años, las toneladas anticipadas de maíz y soja relativas a la oferta proyectada son las más bajas en ambos casos y la distancia respecto al promedio es de 7 puntos porcentuales para ambos", detalló la Bolsa.