Luego de sortear grandes obstáculos, la mayoría económicos y otros burocráticos, la institución logró alcanzar sobre la base de la perseverancia, compromiso y amor, grandes objetivos como la compra del predio donde funcionó desde sus inicios, un vehículo para transporte propio y la ampliación del servicio a jornada completa.
DE LA REDACCION. El Centro de Día Esperanza cumplió esta semana 10 años, en los que sobre la base de la perseverancia, compromiso y amor, logró alcanzar grandes objetivos como la compra del predio donde funcionó desde sus inicios, el transporte propio y la ampliación del servicio a jornada completa.
El 1º de septiembre de 2006 se formó legalmente esta asociación civil para chicos con discapacidad motor que el jueves cumplió diez años.
El crecimiento institucional fue acompañado por los resultados del trabajo terapéutico, brindándoles una mejor calidad de vida a los chicos, que fue el mayor propósito de la institución y el fin con que fue creada.
Muchas fueron las dificultades que tuvo que atravesar en esta década para alcanzar todos estos logros y eso no hubiese sido posible sin el enorme esfuerzo y sacrificio de las autoridades, muchos de ellos familiares de los chicos que asisten al Centro.
Le hemos puesto el alma, definió Mónica Bañuls, referente de la asociación civil. Sobre la base de la perseverancia, el compromiso y el amor hemos conseguido muchos logros, agregó.
No pensábamos poder lograr la compra del lugar. Lo veíamos como un sueño inalcanzable, reconoció y aclaró que aún tienen una deuda con el predio. Hemos escriturado el 66 por ciento de la propiedad y tenemos un compromiso de compra sobre el resto. Probablemente antes de fin de año logremos terminar de pagar la deuda.
Jornada completa
Luego de sortear grandes obstáculos, la mayoría económicos y otros burocráticos, pero sin descuidar jamás el objetivo terapéutico, el Centro de Día cumplió este año otro de sus mayores anhelos: extender el servicio a jornada completa. Este último año alcanzamos logros muy importantes. El más grande fue la compra del predio, pero otro sueño era abrir el centro la jornada completa y este año comenzamos a trabajar con un grupo de chicos a la mañana y otro a la tarde. Son en total 30.
Su funcionamiento da lugar a 13 profesionales, que más allá de ejercer su profesión tienen un compromiso con los chicos y la institución y cuenta con la colaboración de auxiliares y voluntarios. Un chico que asiste al centro recibe kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, talleres de arte, reflexión, contención de psicólogos, pedagogos. Todo eso sin que la familia tenga que llevar al chico de un lado a otro, sino que se concentra todo en un mismo lugar.
Otro de los logros alcanzados en los últimos años es el transporte propio. El contar con movilidad propia ha sido muy beneficioso para todos. Sobre todo hoy que tenemos que realizar dos traslados al día. Pero es un sacrificio que nos da alegría, sostuvo Bañuls y agregó que habernos sacado la preocupación de la compra del predio nos renovó las ganas y las fuerzas. Tenemos un montón de proyectos. Le hemos puesto todo el alambrado olímpico que fue donado por el Municipio en la gestión de Omar Pacini y este año Javier Martínez nos donó los portones.
Amor
Como ellos mismo lo definen la herramienta más importante que tiene el Centro es el amor por los chicos. Las ganas de que nuestros chicos tengan la misma oportunidad de crecimiento que cualquier otro. Por eso seguimos izando siempre la bandera de la esperanza. Con que ellos reciban un poco de alegría cada día nos alcanza y nos llena el alma.
Los festejos por los diez años se llevarán a cabo en diciembre junto a la cena de fin de año. La campaña de socios protectores termina en octubre, pero una vez finalizada se pondrá en marcha una nueva con vista a los festejos de fin de año y los diez años.