Se trata de una mujer de 56 años, quien mantuvo un encuentro casual con el exfutbolista y todos los medios lo vincularon con una profesora de Pergamino.
Diego Latorre y la mujer que sería una conocida de la juventud.
FOTOMONTAJEEn las últimas horas, el nombre de Pergamino volvió a circular en medios nacionales a raíz de los rumores sobre un presunto affaire entre Diego Latorre y una mujer del interior bonaerense. Sin embargo, tras la repercusión del caso, se supo que la mujer mencionada en distintos portales de espectáculos no sería de nuestra ciudad, sino oriunda de la vecina localidad de Colón.
La protagonista de esta historia mediática es una docente jubilada de 56 años, identificada por su entorno como Fabiana. Según trascendió, se trata de una mujer divorciada, residente en Colón, quien en las últimas horas rompió el silencio para aclarar su versión de los hechos y desligarse de las versiones que la señalaban como tercera en discordia en el matrimonio del exfutbolista y comentarista deportivo con Yanina Latorre.
El nombre de Fabiana se hizo público en el programa “LAM”, que conduce Ángel de Brito por América TV, donde tanto él como los panelistas Fernanda Iglesias y Pepe Ochoa compartieron audios de la mujer en los que niega rotundamente haber protagonizado una situación de infidelidad con el exjugador.
“Vamos a ponerle F”, aclaró De Brito al momento de presentar el testimonio, cuidando la identidad de la mujer que ya había sido identificada informalmente en redes sociales y grupos de mensajería como una supuesta docente de Pergamino. Sin embargo, fuentes confiables confirmaron que no se trata de una vecina de nuestra ciudad, como inicialmente se había señalado, sino de Colón.
En los audios difundidos, la mujer se mostró sorprendida por el revuelo mediático generado a partir de un encuentro que —según explicó— tuvo lugar en el marco de un reencuentro de excompañeros de colegio:
“No es ninguna infidelidad la que ocurrió. Eso es lo que te puedo decir. En principio, porque nada que ver con una infidelidad. Hubo un reencuentro de compañeros que fuimos. Eso que dijo Fernanda (Iglesias) es correcto. Yo se lo conté a modo de una anécdota inocente que, después de que pasaron treinta y pico de años, contactarme con un chico que le fue bien, que triunfó en el fútbol... por ahí pensás que no podés reencontrarte con el grupo. De eso se trató nada más”.
En otro fragmento, agregó detalles sobre el momento en el que se vieron en la Ciudad de Buenos Aires:
“Justo coincidía que yo iba a Capital y nos juntamos en el hotel, pero no en una habitación. Si es cierto que nos juntamos en un espacio más privado, como si yo te diría un café o una cosa así de ahí, pero más reservado. Charlamos un rato porque él también se tenía que ir a trabajar”.
“Hablamos de cosas superinocentes, que era de la vida de los chicos (los excompañeros de secundaria), me contó que se juntaban cada dos meses a comer un asado. Nada más que eso”, concluyó la mujer en su defensa pública.
A medida que el escándalo ganaba lugar en los medios, también se difundió parte de un chat en el que Latorre le habría pedido a la mujer que no hablara para evitar un conflicto con su esposa. “¿Y ahora qué le voy a decir?”, habría escrito el exfutbolista, al ver que el tema comenzaba a instalarse en la televisión y redes sociales.
Fernanda Iglesias, panelista del programa que publicó los audios, contó que inicialmente había accedido a no revelar detalles del encuentro, pero que decidió hacerlo luego de sentirse descalificada por declaraciones de Yanina Latorre. “Me cansé. Estaba enojada por todas las cosas que dijo sobre mí”, expresó Iglesias.
Mientras tanto, en Pergamino, las redes estallaban con comentarios y especulaciones sobre la supuesta identidad de la mujer mencionada en los medios. La pregunta se repetía: ¿quién es la docente pergaminense vinculada a Latorre? Sin embargo, todo parece indicar que, pese a la cercanía geográfica y los rumores que la ubicaban en nuestra ciudad, el episodio no tuvo como protagonista a una pergaminense.
De este modo, el episodio vuelve a demostrar cómo una versión difundida sin chequear puede viralizarse rápidamente, generando confusión y comentarios innecesarios en torno a personas ajenas a la situación real.