Tras la reunión con Javier Milei en la Casa Rosada, los gobernadores provinciales se mostraron conformes con el tono dialoguista del encuentro, pero mantienen cautela. Mientras esperan definiciones sobre los nuevos interlocutores del Ejecutivo tras las salidas de Guillermo Francos y Lisandro Catalán, reclaman hechos concretos que prueben que esta vez el vínculo con el Gobierno “será distinto”.
Expectativa y cautela tras la cumbre
En el encuentro participaron 20 mandatarios provinciales, entre ellos 17 gobernadores y tres vicegobernadoras. Todos coincidieron en que encontraron a un Presidente “más relajado” y “dispuesto a escuchar”, lo que generó una sensación de “reivindicación” luego de meses de distancia y tensiones.
Sin embargo, la expectativa ahora está puesta en quiénes continuarán las negociaciones iniciadas el jueves, especialmente tras la salida de los funcionarios que actuaban como puentes políticos con las provincias. “El clima fue bueno, pero ahora necesitamos saber con quién hablar y qué se va a cumplir”, resumió uno de los participantes.
Temas pendientes y reclamos
Durante la reunión —que se extendió poco más de dos horas— los gobernadores plantearon nuevamente la necesidad de mantener el equilibrio fiscal, pero también insistieron en reactivar la obra pública, revisar el impuesto a los combustibles, garantizar los giros de ANSES a las cajas previsionales y actualizar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
No hubo respuestas concretas de parte del Presidente ni de los ministros Federico Sturzenegger y Luis Caputo, ni del asesor Santiago Caputo, quienes también participaron del encuentro. Los mandatarios interpretan que las definiciones quedarán atadas al tratamiento del Presupuesto 2026, que recaerá en la nueva composición del Congreso.
Un diálogo que necesita pruebas
Los gobernadores aseguran que el encuentro fue “muy bueno” en lo gestual, pero reclaman que el nuevo espíritu de cooperación se traduzca en decisiones. “El Presidente entendió que debe consensuar, ya no por pedido nuestro, sino porque se lo dijeron en Estados Unidos”, señaló uno de ellos, aludiendo a los mensajes de Donald Trump y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en favor del diálogo político.
Desde la alianza Provincias Unidas y el bloque de peronistas dialoguistas repiten una frase que resume el clima general: “No hay un cheque en blanco”. Aseguran que acompañarán las reformas estructurales, pero no a cualquier costo.
Reformas y continuidad institucional
Milei adelantó que el nuevo proyecto de reforma laboral será enviado a los gobernadores por el ministro Sturzenegger y reiteró que su prioridad sigue siendo el Presupuesto 2026, junto con las reformas tributaria y penal. Prometió que todos los ministros “estarán a disposición” para atender las demandas provinciales.
Pese a los gestos, varios mandatarios recordaron los antecedentes de promesas incumplidas y puentes rotos con la Casa Rosada. “Ya hubo otras fotos. Ahora queremos hechos”, resumió uno de los asistentes.