En Argentina, diferentes movimientos y organizaciones tomaron la posta y visibilizan las problemáticas que padecen las mujeres en el oficio de la construcción, constituyéndose en pioneras de una lucha que promete ser larga.
Nuestro país es un ejemplo de lo que se hizo con las arquitectas a lo largo de la historia. Por ejemplo, si se nombrara la Biblioteca Nacional pocos conocen que el diseño tuvo la participación de una mujer, Alicia Cazzanigia. Cuando se consultan los libros de Historia de la arquitectura en la Argentina, sólo figuran un 1% de mujeres entre más de 600 biografías.
Durante el 2021, la red Soy Arquitecta, un espacio que se dedica a contener y acompañar a las mujeres que están dando sus primeros pasos dentro del oficio de la construcción, decidió hacer una encuesta en la que participaron más de dos mil profesionales de todo el país. El objetivo era mostrar un diagnóstico de cuál es la situación laboral en la que se encuentran las arquitectas argentinas en las diferentes regiones del país, reflexionar sobre las dificultades que atraviesan las profesionales argentinas en diferentes ámbitos, plantear líneas de acción y transformación para mejorar la situación existente.
En ese sentido, la encuesta de Soy Arquitecta reveló que quiénes ocupan los cargos donde se toman las decisiones en el ámbito laboral, el 60.3 % está en manos de los hombres, un 15% en mano de las mujeres y el restante 24.7% es compartido.Por supuesto, estos datos revelan también otra de las problemáticas que afrontan las profesionales: la brecha salarial. El 84% de las encuestadas vive de la profesión, pero solo el 22% cree que hay equidad en las ganancias. Otro de los datos sorprendentes de ese informe es que muchas profesionales no pueden dedicarse al 100% a su profesión ya que tienen a cargo otras personas(46.52%), por problemas de desempleo (39.11%) o porque simplemente necesitan de otros oficios para cubrir sus gastos mensuales (31.70%).