sábado 14 de junio de 2025
Israel ataca a Irán. el objetivo, instalaciones nu

Israel atacó el programa nuclear de Irán: respuesta masiva con drones y temor a una guerra regional

Israel lanzó una ofensiva contra Irán que apunta a su programa nuclear; Teherán respondió con drones y promete una contraofensiva sin límites.

13 de junio de 2025 - 07:58

La ofensiva israelí, bautizada “León Creciente”, se inició en la madrugada del viernes e incluyó más de 200 aviones de combate y múltiples ataques sobre instalaciones nucleares y militares. Irán respondió con una andanada de drones y prometió que “no habrá límites” en su contraofensiva. El mundo observa con preocupación una escalada que puede modificar el equilibrio estratégico de Medio Oriente.

Un ataque quirúrgico sobre el corazón del programa nuclear iraní

Israel lanzó un ataque militar de gran escala contra instalaciones nucleares y objetivos estratégicos en Irán durante la madrugada del viernes (hora local), en una operación calificada por el primer ministro Benjamin Netanyahu como un “ataque preventivo indispensable”. La ofensiva incluyó la movilización de más de 200 aviones de combate que impactaron sobre al menos un centenar de objetivos, entre ellos la instalación de enriquecimiento de uranio en Natanz y centros de desarrollo de misiles balísticos.

Según confirmó el Ejército israelí, la operación —bautizada “León Creciente”— completó una “primera etapa” de bombardeos aéreos que destruyeron sitios militares y núcleos de investigación nuclear. Fuentes del gobierno israelí confirmaron además que resultaron abatidos altos mandos del aparato militar iraní, entre ellos el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, el jefe del Estado Mayor Mohammad Bagheri, el comandante Gholamali Rashid y al menos seis científicos vinculados al desarrollo atómico.

Israel declaró el estado de emergencia en todo el país, cerró el espacio aéreo civil y canceló todos los vuelos desde y hacia el aeropuerto Ben Gurión.

El trasfondo geopolítico: tensión extrema y negociaciones diplomáticas congeladas

La ofensiva ocurre en un contexto extremadamente volátil. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) censuró a Irán esta semana por incumplimientos graves en sus compromisos de no proliferación nuclear, la primera vez en dos décadas que emite una condena formal de este tipo. El programa nuclear iraní, según analistas occidentales, se encuentra en un punto crítico, con capacidad suficiente para desarrollar armamento en cuestión de meses.

En paralelo, Estados Unidos había convocado a negociadores iraníes a Omán para intentar una sexta ronda de conversaciones diplomáticas sobre el futuro del programa nuclear. La ofensiva israelí frustró esas gestiones. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aclaró que EE.UU. no participó del ataque y que su única prioridad es la protección de sus tropas desplegadas en Medio Oriente.

La administración Trump —aún formalmente enfrentada con Netanyahu— había advertido a Israel que evitaran acciones unilaterales, ya que podrían dinamitar la posibilidad de una solución diplomática. De hecho, el propio Trump declaró hace dos semanas que había desaconsejado explícitamente un ataque: “Estamos muy cerca de un acuerdo. Atacar ahora podría arruinarlo todo”.

La suba inmediata del precio del petróleo —más del 9% en pocas horas— refleja el temor global a una crisis energética si Irán decide bloquear el estrecho de Ormuz, paso vital para las exportaciones de crudo del Golfo Pérsico.

Una enemistad histórica y un objetivo compartido: la bomba nuclear

La tensión entre Israel e Irán no es nueva. Se trata de una rivalidad existencial que atraviesa más de cuatro décadas. Irán ha sostenido desde 1979 su objetivo de destruir al Estado israelí y ha financiado grupos armados como Hezbollah y Hamas para atacarlo en múltiples frentes.

Israel, por su parte, ha ejecutado acciones encubiertas y ataques selectivos contra científicos nucleares iraníes, líderes de inteligencia y depósitos militares. En el último año, esos ataques se hicieron públicos y más sistemáticos. Esta escalada culmina hoy con una ofensiva abierta que, según Netanyahu, busca evitar que Irán obtenga armas nucleares “de una forma u otra”.

Las instalaciones atacadas incluyen centros subterráneos reforzados. La operación representa una demostración de capacidad táctica y de inteligencia que muchos analistas creían solo posible con respaldo directo de Estados Unidos. Aunque la Casa Blanca niega haber participado, fuentes extraoficiales indican que Israel notificó a Washington antes del inicio.

Milei dejó Israel horas antes del bombardeo

En medio de este escenario bélico, el presidente argentino Javier Milei dejó Israel apenas dos horas antes del inicio de la operación militar. El mandatario había arribado a Tel Aviv el miércoles como parte de su gira internacional y despegó rumbo a Madrid desde el aeropuerto Ben Gurión en las primeras horas del jueves.

Al momento del ataque, Milei ya se encontraba en suelo español, donde tiene previsto recibir el premio “Escuela de Salamanca” y reunirse con empresarios. Desde su entorno, celebraron la baja de inflación del mes de mayo, pero evitaron comentarios sobre el conflicto en Medio Oriente.

En su paso por Israel, Milei había reforzado su alianza con Netanyahu y reafirmado su intención de mudar la embajada argentina a Jerusalén, gesto que provocó críticas en sectores diplomáticos. La escalada bélica y el riesgo de una guerra regional ahora colocan ese vínculo en un nuevo contexto internacional, más volátil e impredecible.

Embed - Israel carries out attacks on Iran’s capital, Tehran: Reports

La televisión estatal iraní confirmó los decesos y denunció que fue alcanzada la sede central de la Guardia Revolucionaria. En respuesta, Irán lanzó una primera oleada de más de 100 drones contra territorio israelí, en lo que el Estado Mayor calificó como “la primera fase de una respuesta sin límites”.

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