Según los últimos datos publicados por el INDEC, la economía argentina registró en abril un desempeño alentador en dos sectores clave: la industria y la construcción. Ambas actividades mostraron incrementos tanto en la comparación interanual como frente al mes anterior, en línea con la tendencia de recuperación que diversos analistas observan desde comienzos de año.
Construcción: la actividad subió casi 26% interanual y 5,1% respecto de marzo
El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) reveló que en abril de 2025 la construcción creció un 25,9% interanual, lo que marca una fuerte aceleración respecto de los meses previos. Asimismo, la comparación mensual desestacionalizada arroja una suba del 5,1% respecto de marzo, confirmando una tendencia positiva en el corto plazo.
El informe del INDEC también detalla que la mayoría de los insumos relevados registraron subas interanuales, destacándose:
Incluso insumos tradicionalmente rezagados, como los ladrillos huecos, mostraron una mejora interanual de más del 22%, señal de que el repunte abarca diferentes ramas de la actividad.
Otro dato clave es el aumento de la superficie autorizada para construir, que en marzo (último dato disponible) creció 38,1% interanual, lo que anticipa que el nivel de obras privadas seguirá aumentando en los próximos meses.
Indicadores de coyuntura.png
Industria manufacturera: suba del 8,5% interanual y 2,2% mensual
En paralelo, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) mostró una mejora del 8,5% interanual, acompañado de una suba del 2,2% respecto de marzo, en la serie desestacionalizada.
Los sectores más dinámicos fueron:
-
Productos minerales no metálicos (vinculados a la construcción): +18,5%
Vehículos automotores: +15,4%
Maquinaria y equipo: +11,2%
Productos químicos: +9,7%
Estos datos confirman que el repunte de la construcción tracciona también otras industrias, especialmente las proveedoras de insumos y bienes de capital.
Una economía que busca consolidar su recuperación
Si bien aún persisten desafíos macroeconómicos, como la inflación acumulada, la presión sobre los salarios y la volatilidad cambiaria, el repunte sostenido de sectores como la industria y la construcción ofrece una base concreta para la recuperación del empleo y la inversión privada.
La lectura que deja abril es que la economía comienza a reactivarse desde los sectores productivos, un punto de apoyo necesario para la recuperación del poder adquisitivo, la estabilidad laboral y la mejora de las condiciones sociales.