jueves 06 de noviembre de 2025

Un trimestre "caliente": la FAUBA anticipa una Niña débil y de corta duración

El panorama climático para el último trimestre del año anticipa temperaturas más altas de lo normal en casi todo el país, aunque las lluvias se mantendrían en los promedios históricos.

9 de octubre de 2025 - 13:58

Desde la Facultad de Agronomía de la UBA advierten sobre la posible llegada de una Niña débil y corta, que no debería generar mayores complicaciones gracias a los buenos niveles de humedad en los suelos.

La campaña 2025/26 arrancó con el impulso de un contexto climático poco habitual: abundantes lluvias en invierno y temperaturas moderadas que favorecieron el desarrollo de los cultivos de fina y permitieron sostener una buena humedad en los perfiles del suelo. Sin embargo, los especialistas advierten que se avecina un trimestre más caluroso de lo normal y con el regreso —aunque leve— del fenómeno La Niña.

Según un informe elaborado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), el escenario para los próximos tres meses puede resumirse en una fórmula: más calor y lluvias dentro de lo normal.

La probabilidad de que se active un evento Niña es del 70%, pero sería débil y corto”, señalaron los investigadores de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, que integran también el Centro de Información Agroclimática y Ambiental (CIAg-FAUBA).

Excesos en el este, reservas en el centro

Durante septiembre, las precipitaciones fueron superiores a las habituales en gran parte de la Región Pampeana y en el norte de la Mesopotamia. “Incluso en los primeros días de octubre se registraron lluvias abundantes en el norte de Buenos Aires y en el sudeste de Córdoba”, comentó Adela Veliz, docente de la FAUBA.

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Como ejemplo, la especialista citó lo ocurrido en Laboulaye (Córdoba), donde el 4 de octubre se acumularon 100 milímetros, casi el total del promedio mensual histórico (102,4 mm). Estas lluvias determinaron que la humedad del suelo se mantuviera en niveles muy favorables en gran parte de la región, aunque con excesos hídricos en sectores del oeste, centro y noreste bonaerense.

“En esas zonas la saturación del suelo está retrasando las labores de siembra de maíz por falta de piso”, explicó Veliz.

Por su parte, Gastón Sosa, también integrante del equipo, señaló que el almacenaje de agua en el suelo presenta contrastes marcados: “En Bolívar, en el centro bonaerense, la disponibilidad de agua es abundante, incluso con algunos excesos; mientras que en Río Cuarto, al sudoeste de Córdoba, se observa un desecamiento progresivo”.

La Niña: señales en el Pacífico

La docente María Elena Fernández Long explicó que uno de los principales indicadores del comportamiento climático global es la temperatura superficial del Océano Pacífico Ecuatorial. “En los últimos meses, las aguas mostraron una tendencia al enfriamiento. Si bien en septiembre se registraron anomalías frías leves, no alcanzaron a conformar un evento Niña porque no superaron el umbral de -0,5 °C”, detalló.

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Sin embargo, los modelos internacionales indican que para el trimestre octubre-noviembre-diciembre las temperaturas del Pacífico se mantendrán por debajo de lo normal, lo que refuerza la posibilidad de un episodio Niña con una probabilidad del 70%.

“De todos modos, sería una Niña débil y corta”, enfatizó Fernández Long.

Un fin de año más caluroso

Finalmente, Leonardo Serio, coautor del informe, señaló que las proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional, en las que participa la FAUBA, apuntan a un cierre de año con temperaturas superiores a las normales en casi todo el país, especialmente en el centro.

“Solo el noroeste argentino se mantendría dentro de los valores habituales. En cuanto a las lluvias, se esperan volúmenes normales en la mayor parte del territorio, con leves déficits en la Mesopotamia y el noroeste patagónico, y algunas variaciones positivas en el NOA”, resumió el especialista.

Tranquilidad, pero con atención

En síntesis, el panorama climático que se perfila para el último trimestre de 2025 combina señales de alerta moderada y optimismo cauteloso. La llegada de una Niña débil podría elevar las temperaturas, pero el buen nivel de humedad acumulada en los suelos ofrece un colchón de tranquilidad para los cultivos.

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De mantenerse este equilibrio, el campo argentino podría atravesar un verano exigente pero sin sobresaltos, consolidando una campaña que, al menos hasta ahora, se sostiene sobre bases climáticas favorables.

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