La situación del transporte público en el interior del país continúa siendo crítica y la empresa La Nueva Perla no escapa a este momento tan complejo. Las compañías de colectivos enfrentan una caída pronunciada en la cantidad de pasajeros transportados, con números alarmantes que oscilan entre el 20% y el 30% y esta merma repercute directamente en la sostenibilidad del sistema, que ya arrastra serias dificultades estructurales desde antes de la pandemia.
“Sí, la verdad es que el panorama sigue siendo muy complejo. En lo que respecta al transporte, está resultando muy difícil recuperar el nivel de pasajeros que teníamos antes. Y se vienen meses más complicados, con desafíos como el pago del aguinaldo, entre otros compromisos. Estamos analizando distintas alternativas para poder sostener el servicio”, explicó Alfredo González, representante de La Nueva Perla Pergamino, y en la charla con LA OPINION aseguró: “tenemos un 30% menos de personas que utilizan el colectivo, no hemos podido recuperar la cantidad de vecinos que antes del 2021 subían a nuestros micros y hoy se movilizan de otra forma”.
Entre las medidas que se evalúan para enfrentar esta coyuntura, se encuentran ajustes en los horarios y recorridos, en un intento por optimizar los recursos disponibles. “Estamos haciendo un seguimiento muy cercano del comportamiento de los usuarios. El descenso de pasajeros es notorio, y no somos los únicos: desde la Federación Argentina del Transporte Automotor de Pasajeros nos confirmaron que esta es una tendencia general en todo el país. La caída es importante, y muchas empresas se encuentran atravesando la misma situación”, añadió.
Movilidad cambiante
Asimismo, se trabaja en conjunto con cámaras del sector en distintas regiones, como Bahía Blanca y Buenos Aires, con el fin de intercambiar los diagnósticos y posibles soluciones. “El transporte público del interior está particularmente afectado. La situación es preocupante en todas las localidades, y los costos de mantenimiento y operación siguen en aumento. A eso se suman las paritarias, que lógicamente deben cumplirse porque son legítimas, pero hoy muchas empresas están al límite”, manifestó González en la entrevista.
La competencia con otros medios de movilidad también impacta. “En ciudades más chicas como Pergamino o Junín, el fenómeno de las motos es muy fuerte. Se venden con facilidades de financiación casi sin requisitos, y eso representa una competencia directa para el transporte público de pasajeros porque antes esa gente están en nuestros micros, como pasa también con quienes se movilizan en bicicletas en las calles de la ciudad. La gente opta por un medio que les da más autonomía, y eso afecta aún más la cantidad de pasajeros que transportamos diariamente”.
El encarecimiento del boleto también es un factor que incide en la caída de usuarios. “El valor del pasaje ha subido mucho, y eso se traslada directamente al bolsillo del usuario. Estamos en un punto donde todo influye”.
Modernización
Respecto a la modernización del sistema, todavía hay aspectos por resolver. “Estamos analizando alternativas como la implementación del pago con QR y otros avances a través del sistema Sube, pero por el momento no hay nada definido. Es algo que se está estudiando, pero aún no se ha concretado”.
En resumen, el transporte público de pasajeros en el interior del país atraviesa una etapa de incertidumbre. Las empresas del sector intentan adaptarse y sobrevivir en un contexto económico adverso, donde los costos crecen, los ingresos caen, y la demanda disminuye. La necesidad de soluciones estructurales y de políticas específicas para el interior se vuelve cada día más urgente.
Tarifas vigentes
En cuanto a las tarifas, el ajuste se realizará de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). "El boleto sube conforme al IPC, y estamos trabajando junto con el Municipio para determinar si se mantienen los aumentos propuestos para este año", indicaron.
La comunicación con el Municipio, según se destacó, es constante. “No solo hablamos de las tarifas, sino también de los cambios en los recorridos, inquietudes relacionadas con la operatividad de las unidades y otros aspectos fundamentales para el buen funcionamiento del sistema”, aseguraron en la empresa.
Uno de los proyectos más relevantes es la modificación de los recorridos con el objetivo de adaptarlo mejor a las necesidades de los pasajeros y optimizar el servicio; también se están evaluando posibles cambios en la prestación y las frecuencias, particularmente en sectores tales como barrio Viajantes y Villa Alicia, donde se busca mejorar el acceso y la conectividad.
“Para nosotros, este año está marcado por una visión prudente. Los esfuerzos están centrados en ofrecer un servicio de calidad que responda a la demanda, pero también en adaptarse a las circunstancias cambiantes, con una gestión que se mantenga flexible y abierta a la mejora continua”, explicó González en la entrevista.