Con estrictas normas de aislamiento, se desarrolla en la Capilla Sixtina el cónclave en el que se definirá al próximo sucesor de Pedro.
Los 133 cardenales permanecen incomunicados mientras participan del Cónclave.
AICAEn una ceremonia solemne cargada de simbolismo, los 133 cardenales electores ingresaron esta tarde a la Capilla Sixtina, donde se lleva a cabo, a puerta cerrada, el Cónclave destinado a elegir al nuevo Papa. El proceso, regido por la tradición y la normativa establecida por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, se desarrollará hasta alcanzar el consenso necesario: una mayoría de dos tercios.
Desde la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, y precedidos por el canto de las letanías y el Veni Creator, los cardenales, encabezados por el cardenal Pietro Parolin —presidente del Cónclave— marcharon en procesión hasta la Capilla Sixtina. Allí, cada uno prestó el juramento solemne con el que adquieren la plena responsabilidad de su misión. Esta etapa siguió a la misa Pro Eligendo Pontifice, celebrada esta mañana por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
El Colegio Cardenalicio, órgano encargado de elegir al próximo pontífice, cuenta actualmente con ocho miembros argentinos. De ese total, cuatro cardenales se encuentran dentro del rango de edad que les permite participar con derecho a voto en un futuro cónclave. Estos son: Mario Poli, Víctor Manuel Fernández, Vicente Bokalic Iglic y Ángel Sixto Rossi.
Ya en la Capilla Sixtina, el cardenal decano leyó la fórmula del juramento, repetida luego por cada elector. Finalizada esta etapa, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias ordenó el tradicional extra omnes, que marcó la salida de todos los no participantes del Cónclave. Solo permanecieron en el lugar monseñor Diego Ravelli y el cardenal Raniero Cantalamessa, encargados de ofrecer la segunda meditación a los electores sobre la “gravísima tarea” que asumen.
Las sedes del Cónclave quedaron a resguardo: en el interior, bajo responsabilidad del cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, y en el exterior, bajo supervisión del arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado.
Desde ese momento, los cardenales quedaron completamente incomunicados del mundo exterior. Iniciaron así el procedimiento de votación, con una única fumata prevista para las 19:00 (15:00 horas en Argentina).
Este jueves, los electores partirán nuevamente desde la Casa Santa Marta a las 7:45. Celebrarán una misa con Laudes en la Capilla Paulina, y luego se trasladarán a la Capilla Sixtina para rezar la Hora intermedia antes de continuar con las votaciones.
Se espera que las fumatas matutinas se produzcan a las 10.30 (6.30 en Argentina) o a las 12.30 (8.30 en Argentina), según el resultado. Por la tarde, los horarios estimados son las 17.30 (13.30 en Argentina) o las 19 (15 en Argentina).
Durante este tiempo, la Iglesia católica en todo el mundo se une en oración, acompañando espiritualmente a los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina. El Cónclave no solo es un acto de elección, sino un momento de profunda comunión eclesial, en el que se invoca al Espíritu Santo para iluminar a quienes decidirán quién será el nuevo Papa, el sucesor de Pedro y guía de los fieles católicos, apostólicos y romanos.