Una vecina de Pérez Millán vivió una experiencia insólita al rescatar lo que parecía un indefenso gato, que resultó ser un ejemplar de otra especie.
"No tiene cara de gato" le dijo el marido a la mujer que lo rescató.
E.MARILUNGOEstefanía Marilungo jamás imaginó que lo que parecía un simple acto de compasión terminaría en una historia digna de documental. Mientras regresaba con su marido de una visita al campo familiar, en un camino rural entre Ramallo y La Violeta (partido de Pergamino), encontró un pequeño animal a la vera del camino. En principio, creyó que se trataba de un gatito herido.
“Pensé que lo habían chocado, y lo dejamos. Pero después, al llegar a casa, decidimos volver a buscarlo con mi esposo. Estaba muy asustado y costó agarrarlo, así que lo envolvimos con una campera y lo llevamos”, relató Estefanía.
Ya en su hogar, comenzó a notar que el animal no se comportaba como un gato doméstico. “Mi marido me decía que no tenía cara de gato, pero no le di importancia. Hasta que se lo mostré a una veterinaria, quien me dijo: ‘Qué lindo, pero eso no es un gatito común… es un gato montés o un puma.’”, contó entre risas.
Fue entonces cuando descubrieron que lo que habían llevado a casa era, en realidad, un gato montés, una especie silvestre protegida. El animal, de entre cuatro y cinco meses de edad, estaba herido y presentaba una parálisis en una pata.
Durante varios días, la familia lo cuidó con extremo cuidado. “Estaba en una habitación solo, lo alimentábamos con carne cruda y productos para gatos, y manteníamos todo limpio porque tengo otros animales. Era muy difícil, porque se notaba que estaba asustado”, detalló.
Ante la situación, Estefanía se contactó con veterinarios de la zona, Fauna Provincial y la organización Temaikèn. Finalmente, Zoonosis del municipio de Ramallo intervino y organizó un operativo para retirar al animal.
“Gracias a Dios lo vinieron a buscar. Me dijeron que iba a ser trasladado a una reserva en Berazategui, donde va a recibir atención veterinaria y luego será liberado en su hábitat natural”, explicó.
Estefanía cerró con un mensaje de concientización: “Quiero agradecer a todos los que me ayudaron, desde las veterinarias locales hasta los especialistas en fauna. Ojalá este animal pueda volver pronto a la naturaleza. Cuidar nuestra fauna también es nuestra responsabilidad”.
Cabe aclarar que la aparición, tanto de gatos montés como de pumas, no es una rareza en la zona norte bonaerense, ya que se han reportado avistajes de animales de estas características que, si bien se mantienen ocultos la mayor parte de su vida, suelen ser advertidos por productores especialmente cuando dejan huellas de haber atacado animales de cría.