La arquitectura argentina, enraizada en una rica tradición europea y con una identidad moderna consolidada, ha dado al mundo figuras emblemáticas como César Pelli, Clorindo Testa y Alejandro Bustillo. La obra de César Pelli, con su impronta internacional, representa la exportación del talento argentino a gran escala.
Las Torres Petronas en Kuala Lumpur o el World Financial Center en Nueva York han posicionado a la arquitectura argentina en el mapa global. Clorindo Testa, en cambio, supo interpretar el espíritu de una Buenos Aires en transición, dando forma a edificios icónicos como el Banco de Londres o la Biblioteca Nacional.
La arquitectura como construcción ciudadana
Uno de los principales desafíos que identifican los nuevos arquitectos y empresarios del rubro es la adaptación al cambio climático y la incorporación de tecnología sustentable.
En ese sentido, la influencia de modelos internacionales, como los diseños de Le Corbusier o las propuestas del movimiento Bauhaus, sigue viva en Argentina, pero recontextualizada desde las nuevas urgencias ambientales.
La renovación de barrios degradados, la creación de viviendas accesibles y la planificación urbana integral son pilares de esta nueva mirada.
Por otro lado, se destaca el rol de las nuevas generaciones de arquitectos que combinan arte, tecnología y compromiso social, y están consolidando una nueva estética argentina.
La arquitectura argentina tiene un pasado brillante y un presente desafiante. El sector está llamado a liderar una transformación urbana que no solo piense en la forma, sino también en el fondo.
Fuente: Reporte Asia.