Solo un 8,3% de la superficie total de Pergamino se encuentra bajo uso de la ganadería, ya sea en sistemas puros o mixtos, según se desprende de relevamientos realizados en la última campaña.
Además, esa porción de tierra es de menor aptitud, donde la agricultura no es viable. No obstante, la ganadería es una actividad que, aún relegada a una porción de tierra de menor aptitud donde la agricultura no es viable, supo cobrar gran relevancia en el partido.
Y si a esto le sumamos los cambios en los precios, resulta de interés analizar qué ocurre con los resultados económicos de estos sistemas. Para ello, que mejor que recurrir al Grupo de Economía del INTA Pergamino, que desde hace años viene realizando un seguimiento de un modelo de ganadería bovina de ciclo completo.
Este, incluye las actividades de cría y recría a campo, con base en un pastizal de baja productividad y suplementación forrajera, y terminación en corral a grano.
“Con 100 vientres en servicio y un destete del 80%, el planteo definido corresponde a un nivel tecnológico medio, donde la ganadería queda sobre campos improductivos para granos y se usan pequeñas proporciones de suelo agrícola para la confección de reservas forrajeras”, nos detalla el ingeniero agrónomo Francisco Fillat.
El engorde a grano se extiende aproximadamente 90 días y responde a la necesidad de terminar los animales de manera más rápida, por las limitantes alimenticias planteadas.
Mejor precio relativo de la ganadería
Ya en el ámbito de resultados, Fillat destaca que “el precio del kg de novillo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas, se encuentra en su máximo de los últimos 5 años, con valores en torno a los 3,1 U$S/kg, lo cual se refleja en los resultados económicos donde el valor de margen bruto (MB) por vientre se encuentra en su nivel más elevado del quinquenio, de U$S 485 y, además, se encuentra más del 50% por encima del MB promedio de esta serie”.
Además, al analizar el valor del grano de maíz, el especialista observa que la producción ganadera de carne ha experimentado una mejora en sus precios relativos. “Mientras en 2024 se compraban 14 kg de maíz con uno de novillo, en esta campaña ese número ha crecido a 15,5kg (un alza del 9%) y consolidando una mejora en el transcurso de estos 5 años, iniciándose en 2021 con 9,8kg para este indicador”.
El engorde suma
Esta mejora relativa entre precios, hace que la actividad de engorde a grano del sistema, que en temporadas anteriores no generaba ganancias o incluso dejaba pérdidas, para el 2025 signifique un aporte del 12% al margen bruto del ciclo completo.
Estos números son positivos para la producción ganadera en relación a la agrícola, siendo un incentivo para su expansión o recuperación.
No obstante, y a pesar de la mejora en el plano económico, lamentablemente la producción ganadera aun enfrenta el desafío de sortear el gran escollo que significa la falta de estructura y mano de obra, en un escenario agriculturizado y con un alto porcentaje de lotes bajo arrendamiento.