Por primera vez, alumnos del Instituto “San Lorenzo” de Rosario realizan prácticas en la Guardia del Hospital San José de Pergamino.
Los paramédicos acompañan al personal médico en situaciones reales de urgencia.
PENINSULAR MEXICOPor primera vez, estudiantes de la carrera de Paramédico del Instituto “San Lorenzo” de Rosario están llevando adelante sus prácticas profesionales en el Hospital San José de Pergamino, más precisamente en el sector de Guardia.
“Nosotros estamos especializados en lo que es extra-hospitalario, en emergencias y urgencias médicas. Conseguimos hacer las prácticas acá en la guardia. La verdad estamos aprendiendo un montón”, explicó Caterina Buchaca, una de las alumnas que forma parte de esta experiencia. “Llevamos 60 horas, venimos viernes y sábado, 4 horas, desde hace dos meses. A fin de julio ya terminaríamos, pero queríamos hablar si podíamos hacer un tiempo más como para expandir los conocimientos. Me parece súper importante puntualizar en la educación del uso de la Guardia, que se utilice para urgencias y emergencias”.
Junto a ella se encuentra Juan García, quien también valoró de forma muy positiva la práctica hospitalaria: “Es una muy buena experiencia. Compartimos momentos de trabajo con el área de enfermería, con los médicos y traumatólogos, que en sí es nuestra área de acción. Siempre estamos en el showroom viendo qué pasa; ellos nos acompañan, nos enseñan un montón de cosas”. García agregó: “En un futuro quisiéramos pertenecer a algún sistema de salud, ya sea tanto público o privado, pero mientras esté enfocado en la emergencia y urgencia, por lo menos ahí es donde apuntamos”.
Ambos estudiantes realizan su rotación principalmente en la Guardia de Adultos, aunque también pudieron tener contacto con otras áreas como la Unidad Coronaria y la Terapia Intensiva.
Por su parte, Carla Gómez, que se incorporó un poco después al grupo, decidió orientarse hacia otra área: “Empecé después que mis compañeros. Elegí hacer Pediatría en la Guardia porque me interesaba tener ese contacto. La verdad que muy bien, me enseñan, aprendo. Vengo alrededor de 10, 11 horas, los sábados y los martes a la guardia pediátrica y los miércoles a la de adultos”, explicó. “Por suerte me dejan hacer revisión. El personal se toma el tiempo para explicarme, me enseñan sobre diagnóstico, qué ver clínicamente desde que ingresa hasta que sale un paciente. Es experiencia ganada. La Guardia trabaja muchísimo. Se ven muchos casos de códigos verdes que en realidad no deberían pasar por guardia porque saturan al sistema”, concluyó.
Este tipo de prácticas, además de fortalecer el aprendizaje de los futuros profesionales, también permite generar conciencia sobre el uso adecuado de los servicios de emergencia.