En el Hospital, como aún no cuentan con Oncología Infantil, cuando se presenta algún caso, se deriva a La Plata, donde existe un equipo médico especializado. El 15 fue el día mundial de lucha contra esta enfermedad y la comunidad médica en su conjunto se expresó en favor del diagnóstico temprano que asegura mejores chances de recuperación.
DE LA REDACCION. El 15 de este mes se conmemoró el Día Mundial de Lucha contra el Cáncer Infantil y la efeméride sirvió para colocar en la agenda pública la necesidad de estar atentos a esta patología y alcanzar un diagnóstico temprano que asegure mejores posibilidades de recuperación en los pacientes pediátricos. A nivel local no está la especialidad de Oncología Infantil, por lo que los casos que se diagnostican en el sistema público de salud en general son derivados a centros de referencia en la ciudad de La Plata donde existen profesionales y equipos especializados en esta materia.
Profesionales del Hospital San José consultados por LA OPINION aseguraron que el número de casos de patologías oncohematológicas -que son las más frecuentes en los niños- son relativamente bajos con relación a otras patologías y precisaron que como el nosocomio no cuenta aún con un especialista en Oncología Infantil, ante el diagnóstico o ante la sospecha el paciente se deriva a la ciudad de La Plata donde existen equipos médicos altamente calificados y con los cuales están articulados los mecanismos de derivación para asegurar un diagnóstico temprano y un oportuno tratamiento. En este sentido hay que destacar la celeridad con la que pediatras del nosocomio actúan frente a este tipo de cuadros cuando se presentan.
Vale recordar que, a partir de la creación del Centro de Día construido por la Fundación Leandra Barros el nosocomio cuenta con un espacio físico para la aplicación de tratamientos de quimioterapia, especialmente diseñado para niños. En la actualidad ese sector se utiliza para la administración de otro tipo de tratamientos pediátricos, pero no para enfermedades oncológicas, que requieren de un seguimiento específico que debe estar en manos de un oncólogo infantil. En el ámbito privado, hay oncólogos clínicos que hacen el seguimiento de algunos pacientes pediátricos, aunque en general los protocolos de tratamiento se hacen luego de la consulta a algún centro donde existe la Oncología Pediátrica como especialidad.
Estar atentos y formados
Según datos oficiales que se difundieron en ocasión del Día Mundial de Lucha contra el Cáncer Infantil en Argentina se diagnostican unos 1.400 nuevos casos de cáncer infantil al año, 600 de los cuales, se estima, se dan en territorio bonaerense. Y como las posibilidades de cura ascienden al 80 por ciento si se detecta oportunamente, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires apuntó sobre la necesidad de capacitar a médicos y profesionales sanitarios para prestar atención a los síntomas y llegar al diagnóstico en forma temprana.
En este contexto, el próximo miércoles, a partir de las 9:00, en el Círculo Médico de Lomas de Zamora, Colombres 420, el Instituto Provincial del Cáncer (IPC) realizará una jornada de Diagnóstico Temprano del Cáncer Infantil que tendrá como principal disertante al referente provincial de cáncer infantil y jefe del Servicio de Oncología del Hospital de Niños Sor María Ludovico de La Plata, Daniel Pollono.
En el encuentro, integrantes de la Fundación Flexer, de ayuda a las familias y a los niños con cáncer expondrán sobre la importancia de la contención del paciente y su familia.
La titular del Instituto Provincial del Cáncer y coordinadora de la jornada de capacitación, Alejandra Fontao, señaló que si bien el cáncer es la segunda causa de muerte entre niños de 4 y 14 años, luego de los accidentes, el examen pediátrico completo y el seguimiento de los controles de los nenes y nenas cada 6 meses, son claves para detectar posibles síntomas y llegar a tiempo.
En tanto, Pollono explicó que cuando los chicos comienzan el tratamiento con la enfermedad más avanzada las posibilidades de cura se reducen casi a la mitad. Con la detección temprana las chances de curación son de entre el 80 y el 85 por ciento, mientras que con un diagnóstico tardío se reducen al 40 ó 50 por ciento, explicó.
En este sentido, la cartera sanitaria provincial considera necesario realizar capacitaciones destinadas a los profesionales de la salud de los hospitales públicos, para que puedan estar actualizados y entrenados para sospechar el diagnóstico de cáncer, para así detectarlo cuanto antes y empezar a tratarlo desde su inicio, hecho que posibilita que más del 80 por ciento de los niños que enferman puedan curarse, explicó el ministro de Salud, Alejandro Collia.
Síntomas inespecíficos
A juicio de los especialistas, el problema que se presenta para el diagnóstico del cáncer infantil es que los síntomas no son tan específicos y pueden coincidir con los de otras enfermedades. No obstante, la persistencia o la combinación de algunos de estos signos como fiebre prolongada, palidez, decaimiento, baja de peso, cefalea, vómitos o ganglios inflamados en el cuello debe poner siempre bajo sospecha a la enfermedad en padres y pediatras.
Según el profesional, quien además es el jefe del Servicio de Oncología del Hospital Sor María Ludovico, el 60 por ciento de los tumores se desarrollan en niños menores de 6 años, por lo que los controles en la primera infancia son centrales para llegar rápido a la enfermedad.
El Hospital de Niños de La Plata es un centro público de alta complejidad que presta asistencia especializada en Oncología Pediátrica en la Provincia, y recibe un promedio de seis consultas diarias, algunas de ellas por derivación de los propios hospitales provinciales que no cuentan con la especialidad. Según datos del Servicio de Oncología Pediátrica, el 85 por ciento de los chicos que son atendidos allí logran curarse.
El cáncer en los chicos
De acuerdo a datos del Ministerio de Salud de la Nación, los cánceres pediátricos diagnosticados con mayor frecuencia en Argentina son, en primer lugar, leucemia, que representa el 37 por ciento de los casos, seguido por los tumores del sistema nervioso central (19 por ciento) y en tercer lugar por los linfomas (13 por ciento). La leucemia se presenta con mayor frecuencia en niños de entre 3 y 5 años y las posibilidades de curación también son muy alentadoras. Mientras que los linfomas -se llaman así porque afectan al sistema linfático- comienzan a verse, sobre todo, después de los 10 años.
Un registro
En 2012 el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires creó el primer Registro de Cáncer de su historia, con el objetivo de cargar los datos de los pacientes con tumores, generar estadísticas epidemiológicas confiables, establecer prevalencias por tipo de cáncer, edad y región, y generar políticas de salud acordes a esos datos. Como así también para llevar adelante las capacitaciones a los profesionales de la salud para la detección temprana de la enfermedad, sobre todo en niños, cuando es más difícil de diagnosticar.
El Día Mundial: eco en varias organizaciones
En el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer Infantil que se conmemoró el 15 de este mes, fueron varias las organizaciones vinculadas al campo de la salud que se proclamaron sobre la necesidad de estar atentos a síntomas que pueden ser indicativos de la enfermedad.
Desde la Fundación OncoSalud aprovecharon la efeméride para describir los tipos de cáncer más frecuentes en la infancia con el acento en la importancia del diagnóstico temprano, el acceso al tratamiento adecuado, el cumplimiento de dicho tratamiento en el tiempo correcto, el buen estado nutricional del niño y el apoyo de una red de soporte socio-emocional del paciente.
Otra de las organizaciones que difundió un mensaje fue Osam, que en su boletín definió la efeméride como oportunidad para sensibilizar, concientizar y hacer un llamado de atención a la sociedad sobre esta enfermedad que requiere de un diagnóstico rápido para poder llevar a cabo un tratamiento adecuado y salvar la vida de los niños. Desde la prepaga también enfatizaron sobre los síntomas que deben motivar la consulta inmediata al pediatra: fiebre, pérdida de peso y apetito, palidez, fatiga, sangrados o moretones de fácil aparición, persistentes e inexplicables; bultos en abdomen, pelvis, cuello y cabeza, extremidades, testículos, ganglios; dolor en huesos, articulaciones, espalda y fracturas fáciles; manchas en los ojos, estrabismo, ceguera o pérdida de visión, protuberancia del globo ocular; cambios de conducta, trastornos de equilibrio, marcha, dolor de cabeza, agrandamiento de la cabeza; vómitos por la mañana, estados febriles recurrentes no relacionados con infecciones.