La comunidad educativa actual junto a exdocentes y exalumnos, participaron de la jornada festiva que se desarrolló ayer en las puertas del establecimiento. Marcela Demilta, directora de Educación del Municipio, dirigió palabras alusivas en representación del intendente Javier Martínez. Momentos emotivos se vivieron durante la celebración.
DE LA REDACCION. Ayer en las primeras horas de la tarde la comunidad educativa del Jardín Nº 904 Gustavo Martínez Zuviría celebró sus bodas de oro.
La calzada de Echevarría 1455, precisamente las puertas del establecimiento educativo fueron el punto de encuentro de numerosos invitados a la fiesta, entre ellos: directivos, docentes y alumnos actuales de la institución, ellos acompañados por sus familiares, integrantes de la Asociación Cooperadora del Jardín (integrada por padres de alumnos) exdirectivos, exdocentes y exalumnos, funcionarios municipales, concejales y autoridades educativas.
Trabajo comprometido
La emoción fue la protagonista de la jornada que comenzó con el descubrimiento de una placa alusiva al aniversario y que fuera bendecida por el padre Eduardo Sanabria. Acto seguido la bienvenida a los presentes estuvo a cargo de la directora del establecimiento, Mirta Marrand que habló en su nombre y en representación de la vicedirectora Mirna Bosco. Nuestro Jardín cumple 50 años y es hoy un día de recuerdos y agradecimientos. Quisiera tener en mis manos la fórmula mágica que me permita expresar todas las palabras acordes a este gran día para describir tanta alegría y tanto amor dando vueltas por aquí. Pertenecer a una institución arraiga un sentimiento, y en ella se trata de aunar esfuerzos para construir un futuro mejor para nuestros hijos, expresó la directora.
Contando parte de la historia del establecimiento educativo, Marrand indicó que el Jardín Nº 904 se creó en 1966 y funcionó en primer lugar en la Escuela Nº 18 siendo sus primeras directoras Teresa Baba y Paulina González de Machain. Después de arduas gestiones, en 1969, se compró el actual edificio de calle Echevarría.
Jardín de Infantes Nº 904 hoy sos festejo, hoy sos recuerdo, hoy sos lugar de encuentro, lugar cálido de risas de niños, un jardín de puertas abiertas que creció gracias al aporte de autoridades, de personas de la comunidad, de la cooperadora, de docentes con ganas de trabajar para que los niños reciban educación en la primera infancia, concluyó la directora de la institución.
Interés municipal
La pata Ejecutiva y Legislativa de nuestra ciudad no estuvo ausente. En representación del intendente Javier Martínez, la directora de Educación del Municipio, Marcela Demilta, entregó a los directivos del Jardín una placa recordatoria del cumpleaños y en nombre del jefe comunal hizo extensivo un saludo de feliz cumpleaños y agregó: Quiero agradecerles por la invitación a este festejo y los insto a celebrar los 50 años pero también en pensar en seguir creciendo y apostando a una educación de calidad.
Por su parte Lucio Tezón, presidente del Concejo Deliberante, entregó la declaración de interés municipal del 50º aniversario del Jardín y también expresó palabras alusivas a la celebración: Felicito a la comunidad educativa por este aniversario cumplido. Fueron muchas las generaciones de pergaminenses que durante cincuenta años dieron sus primeros pasos en su formación. Las instituciones las hacen las personas y por eso es sumamente grato compartir con ustedes este momento de revalorización de la educación. Sigan desarrollando este trabajo tan lindo con los niños.
Buenos recuerdos
Luego fue el turno de los ex. Y en este marco, la oradora de turno, invitó al atril a hablar a una exdocente de la institución Carmen Chiche Alvarez de Lalicata que recordó a los que alguna vez pasaron por el Jardín Nº 904, a los pequeños que pasaron por estas salitas, a las numerosas familias que compartieron juegos, talleres, cumpleaños y otras tantas actividades.
Haciendo alusión a la historia, Chiche contó que el Jardín nació en 1966 en un aula cedida por la Escuela Nº 18. En 1969 se firmó en La Plata la escritura de una pequeña vivienda y años más tarde se compró un terreno lindero que posibilitó que en estos días el Jardín cuente con salas, preceptoría, gabinete orientador, sala de computación, sala de eventos que albergan a los 278 niños (entre ambos turnos). En cada obra realizada destaco el esfuerzo y el trabajo de la Asociación Cooperadora, docentes y familias que cubren todas las necesidades del establecimiento, explicó la exdocente, y agregó que gracias a la lucha sueños deseos y responsabilidad titánica este Jardín es un modelo al que aspiran muchas familias para el desarrollo integral de sus pequeños.
Nostálgica, Chiche dijo que al volver al Jardín mi mente es un cofre lleno de recuerdos que al ser abierto permiten que vuelen los miles de momentos emotivos y felices que pasé junto a los niños, compañeras y familias dijo la docente que ingresó al establecimiento en 1994 y desarrolló su labor de preceptora por espacio de once años.
Para finalizar la exdocente le pidió a sus colegas y a las familias presentes que sigan fortaleciendo los lazos para elevar la vida institucional de este establecimiento.
Una gran familia
Luego fue el turno de una exalumna, Celina Zarlenga que con lágrimas en los ojos comenzó diciendo que aunque quisiéramos no tenemos la posibilidad de volver a ser niños, no todos podemos volver al Jardín. Cuando uno es niño no ve la hora de crecer, y sin embargo a medida que vamos creciendo añoramos lo que dejamos atrás. Hoy puedo decir que soy una privilegiada. Egresé de este Jardín en 1982 y vuelvo este año como mamá de Camila a la que veo jugar, crecer y querer ser grande.
En otro párrafo, la exalumna destacó la importancia del Jardín que nos da el primer abrazo como grupo humano, el que nos hace descubrir que somos parte de una sociedad que debemos respetar y de la que tenemos que participar.
Por su parte, Ulises Córdoba, presidente de la Asociación Cooperadora, agradeció la participación de los presentes en el acto. Además en nombre de los integrantes de la organización felicitó a todos los protagonistas de estos cincuenta años y destacó la comprometida participación de las personas que en algún momento pasaron por la institución.
En otro tramo de la ceremonia se entregaron reconocimientos a las exdirectoras y las actuales. Además se hizo una suelta de palomas y de globos. Guiados por sus profesores, los alumnos le cantaron a su Jardín un tema compuesto por Cristian Capurelli: Mi Jardín, mi lugar.
Años importantes
La explicación de la inspectora jefe regional, Cecilia Vizzón, fue acertada ya que dio a conocer que por estos meses serán múltiples los Jardines que cumplirán sus bodas de oro 1965 y 1966 fueron años muy importantes porque se creó la Dirección Provincial de Educación Preescolar y que fue fundadora de nuestro nivel. Desde 1965 se multiplicó la cantidad de Jardines de Infantes dado que se determinó la independencia del nivel inicial de la educación primaria. Esto motivó la apertura de múltiples Jardines con una metodología propia en la que el juego y las canciones, los lenguajes expresivos en general son centrales en la educación de los más chicos, explicó Vizzón.